Madrid rindió homenaje al Vespino con una Exposición
El Vespino (o la Vespino) cumplió el pasado 19 de febrero 50 años, y para celebrarlo, Madrid le rindió un homenaje a este ciclomotor con una exposición con más de 30 modelos en el Centro Cultural José Luis López Vázquez situado en el mismo barrio de San Blas donde se encontraba la ya desaparecida fábrica Moto Vespa, a donde se dirigieron más de 100 Vespinos llegados de toda España.
Hace medio siglo, las madrileñas instalaciones de Moto Vespa vieron nacer un ciclomotor muy diferente a lo hasta el momento conocido en el mercado mundial: sencillo de líneas y a la vez atractivo y elegante, práctico y, sobre todo, muy limpio ya que una tapa basculante cubría el depósito de gasolina y el motor, el manillar tomado de la Vespa 50 ocultaba los cables de transmisión y eléctricos, y el cambio automático por variador se encontraba encerrado en un cárter sin recurrir a una cadena secundaria que hacía de basculante, una solución adelantada a su tiempo ya que todos los scooters actuales lo emplean.
De su hermana la Vespa recogía la idea de la rueda trasera desmontable fácilmente por cuatro tornillos, así como el sistema de admisión por válvula rotativa y la refrigeración por aire forzado.
El nuevo modelo se desarrolló y fabricó por completo en la fábrica de Julián Camarillo nº 6 sin contar con la ayuda de la casa madre Piaggio y llegó en el momento oportuno para salvar la producción ya que la Vespa, que se fabricaba en Madrid desde 1953, perdía fuelle desplazada por el coche utilitario (Seat 600). Con el Vespino se llegó a un nuevo público: el de los jóvenes de 16 años (más delante de 14 años) que podían conducirlo con una simple Licencia de Ciclomotor expedida por la Delegación de Tráfico de la provincia presentando un Certificado Médico y una declaración de que el solicitante conocía las señales y normas de circulación (no se comprobaba con ningún examen). Uno de los principales méritos del Vespino fue el de motorizar por igual tanto a chicos como chicas, algo que hasta ahora no lo ha logrado ningún vehículo a motor de dos ruedas.
El salón principal del Centro Cultural José Luis López Vázquez donde se celebra la exposición acogía más de 30 modelos, tanto representativos de la serie como modelos especiales. Entre los de serie, la Vespa 50 que fue el embrión del Vespino así como el primer modelo de 1968, el popularísimo y estilizado Súper Confort (SC), la Vespino-moto Rally con depósito entre las piernas, el deportivo F9 Fast Rider con freno de disco delantero y el último F18. Tampoco faltó la conocida Vespino Telepizza con su característico baúl y el modelo Vale con ruedas de 14 pulgadas y manillar de tubo. Novedad para los aficionados a este ciclomotor era el scooter Gilera GSA, un modelo italiano diseñado por Paolo Martin que no se vendió en España al no poder adaptarse a la normativa de ciclomotor (pedales y peso máximo) y que estaba impulsado por un motor de Vespino español con pedal de arranque.
Entre los modelos especiales, destacaron los dos Vespinos Pinky y Bella Durmiente que llegaron a Cabo Norte (Noruega) en los años 1988 (9.500 km) y 2009 (14.000 km) conducidos por Miquel Ángel Sánchez y Valentín Salvador respectivamente, incluyendo este último los 3.000 km de un viaje a París y los 7.000 km de la I Vuelta a España en Vespino (47 provincias en 10 días durante 2008).
El modelo Correcaminos completó los 8.000 km de la II Vuelta a España en Vespino de 2014, 2 ediciones de las 24 horas solidarias del moskito en Zamora y una edición del 5000 curvas de Santander.
Espectacular el Vespino tricilíndrico en línea con 195 cc denominado Pink Panther con estética custom, la sofisticada y potente Bestia preparada por Kiqu Gari para carreras de ciclomotores sobre tierra y el famoso Vespino Lujo S de color naranja que protagonizó el spot de Casa Tarradellas.
Resultó muy emotivo el homenaje que se le dio a Don Vicente Carranza, el ingeniero que "inventó" el Vespino, y muy amena la charla sobre la historia de este ciclomotor que narró Héctor L. Sales "Vespinaire".
Como final de la exposición, la organización realizó una ruta desde el Centro Cultural al lugar donde se encontraba la ya desaparecida fábrica Moto Vespa en la calle Julián Camarillo 6. En la ruta participaron más de 100 Vespinos llegados de todos los puntos de España encabezados por el simpático motocarro Ape del Moto Club Run Run y acompañados por numerosas Vespas convocadas por el Vespa Club España, así como por otros modelos de scooters y motos.
La exposición contó con el patrocinio de Vespino.es, Casa Calleja, antirrobos Luma, seguros de motos clásicas Coter, repuestos Quintana y Vespa Roma.