30 salida de la sección Porsche el Clàssic Motor Club del Bages

17 de febrero

Todo ello, 170 km de carretera asfaltada pero estrecha y de montaña por el Garraf, más ancha y variada entre los viñedos, retorcida otra vez en el curso del Gaià y con tramos de todo por el Montmell. Reagrupamiento en el Hotel Sol i Vi que, por lo que sabemos, se ha convertido últimamente en un habitual de las salidas de coches clásicos. Tiene un buen aparcamiento, está bien situado y son gente muy amable. Dicen también que se come bien pero todavía no lo hemos comprobado a fondo.

Excelente participación de inscritos con un porcentaje alto de modelos muy antiguos. Excepcionalmente, ningún inscrito falló por avería o enfermedad, más bien al contrario, todavía se añadió alguien a última hora. Al final éramos 52 coches. Por suerte, buenos compañeros, colaboraron para que todo fuera como es debido.

El interés turístico del itinerario estaba en el contraste entre el paisaje calcáreo y la vegetación pelada y singular del Garraf, con la suavidad de las viñas a la llanura interior, el bosque mediterráneo del barranco del Gaià y, otra vez, el terreno áspero y pelado del Montmell (esto último fruto también de repetidos incendios). De hecho, es una salida para hacer en invierno, en verano es un territorio caluroso...

Un aliciente de este encuentro estuvo en el inicio en el Centro Porsche Barcelona. Amablemente, nos cedieron sus instalaciones como punto de partida por la mañana obsequiándonos con un desayuno marca Porsche servido en el lugar que más gusta a los forofos: el taller de reparación de los clásicos decorado por la ocasión con cuatro buenos ejemplares subidos en el elevador para que disfrutáramos viéndoles las tripas. También había algún motor panza arriba. ¡Una pasada! Si añades una bolsa con obsequios a cada participante con el número especial de la revista Car por el 70 aniversario de Porsche y el sorteo de un libro, empiezas el recorrido con el mejor de los espíritus.

El día, sin ser de sol radiante (aquí la organización no acertó el día… ¡que no pase más!), aguantó nublado, pero no llovió. Suficiente para no estropear la salida. Y, para rematar la jornada y seguir las mejores tradiciones del país, hubo calçotada en Priorat de Banyeres (aunque está junto a Llorenç del Penedès… cosas de los límites de los municipios).

Texto: Granera