6ª Concentración de Vespas y Lambrettas en Llanes
Allí comenzaron a llegar los scooteristas más madrugadores, unos con vehículos que llevaban remolcadas sus scooters y otros rodando desde diversos puntos de la península, como Francisco González Lozano, del Vespa Club Axarquía, que, a sus ochenta años y medio, como él dice, llegaba pilotando su vespa desde Málaga, acompañado por sus hijos Carlos y Pachi. O como Roger Cliss y Tony Sims, del 11 Lea Valley, que llegaban desde Londres, habiendo cruzado el Canal de La Mancha en ferry hasta Francia y desde allí hasta Llanes.
El sábado amaneció despejado, sin una sola nube que pudiera tapar los rayos del sol. El puente y la calle Marqués de Canillejas eran un nido de Vespas y alguna Lambretta. A las 11 h se procedía al corte de cinta para la salida de la concentración, corte que realizó María Teresa Llaca, madrina del Club Vespa LLanes, que a sus 98 años conserva el mismo espíritu scooterista que tenía cuando fue la primera mujer en pilotar una Vespa en Asturias, ya que la utilizó para impartir clase en varias escuelas del Concejo. Una vez en marcha, las 300 vespas y lambrettas, llegadas de casi todas las provincias españolas, de Bélgica y de Reino Unido, enfilaron la carretera AS-263 hasta Posada de Llanes, donde giraron para tomar la AS-115 hasta el alto de La Robellada; desde ahí tomaron la AS-114, para descender hasta Arenas de Cabrales. En Arenas fue la parada para el aperitivo, obsequio del Ayuntamiento de Cabrales, siendo recibidos por el alcalde. También hubo Carrera Infantil, con premios para todos los participantes. Pepe Cavallé preparó una paella gigante para todos los inscritos.
El domingo amaneció, para alegría de todos, de nuevo despejado. Fue necesario retrasar en media hora la salida de la ruta, pues los menos madrugadores eran mayoría y no paraban de llegar al punto de reunión. A las 11 comenzó la ruta por las playas. La salida, como siempre, desde la calle Marqués de Canillejas para cruzar el puente y girar a la derecha, dejando siempre la ría y el puerto interior a nuestra derecha, al igual que la playa del Sablón, para regresar a la calle principal entre el Casino y el Ayuntamiento. Desde ahí hasta Celorio para admirar las playas de Palombina, Las Cámaras y Los Frailes, así como el Monasterio de San Salvador. Desde ahí salimos dirección Barro, pasando junto a la iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores que, junto a su cementerio, ha servido como telón en películas y series de televisión. De ahí a Niembro, para ascender serpenteando por sus calles y admirar las playas de Toranda y Torimbia, así como toda la costa hasta donde alcanzaba nuestra vista. Regresamos de nuevo a la Ll-11 para ir hasta la playa de San Antolín de Bedón. Regresamos para pasar por Posada, Quintana, Balmori y desviarnos hacia Porrúa, La Pereda y regreso a Llanes, donde nos esperaba una espicha de despedida.
Fotos: Víctor Otero