Club 55 Classic Cars: Conducir y disfrutar
La última ruta ha sido una fabulosa combinación de clásicos, deportivos y superdeportivos, que recorrieron alrededor de 165 kms, con un excelente almuerzo proporcionado por la Taberna El Llogaret, una joya de restaurante escondida en el pueblo de Beniaia.
Partiendo de la sede del Club 55 en Moraira, el grupo se dirigió tierra adentro a Gata de Gorgos, a través de Pedreguer hacia Pego y luego a Adzuvia, donde la devastación de los grandes incendios del año pasado todavía marca el paisaje, aunque fue genial ver las raíces de nuevos arbustos. y hojas que aparecen en los árboles aún quemados por los incendios.
El grupo se detuvo para tomar un café en las afueras de Forna y continuó en un fabuloso recorrido panorámico pasando por muchos pueblos pequeños, incluidos Beniali, Benitaia, Alpatro, L'Orxa y Beniarres.
Paramos a almorzar en Beniaia, gastronomía local que merece la pena ser visitada. La ruta posterior al almuerzo nos vio atravesar más pueblos con paisajes fabulosos, como Tollos, Fageca, Castel de Castells, Benigembla hasta llegar a Murla.
Murla, con sus estrechas calles de un solo carril, está llena de historia y cuenta con orgullo la antigua iglesia del castillo de San Miguel Arcángel, que se encuentra en el centro de la ciudad. Fue restaurado para conservar el castillo original, que fue construido por los árabes sobre las ruinas romanas de la época y que recibió el nombre de "Castillo del Valle del Pop". Este castillo/fortaleza se convirtió en iglesia parroquial cristiana en 1317.
El lado oeste era la entrada principal real en la Edad Media. En la antigua fortaleza aún se pueden ver los huecos que contenían el receptáculo para el contrapeso del puente levadizo, que iba unido a las cadenas de elevación del puente y permitía elevar la plataforma mediante una especie de cabrestante.
Regresando por el floreciente valle de Jalón, pasamos por Parcent, Alcalalí y Jalón, famoso por su bullicioso mercado de antigüedades y bodegas los sábados por la mañana.
El tramo final nos llevó de regreso a Moraira y una parada para tomar un café en el Club 55 justo a tiempo para ver la carrera de Fórmula 1 en su enorme televisor. ¡¡Un gran día!!
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