Fuensalida, un aniversario muy especial
Cumplir años no es tarea fácil. Es necesario saber envejecer, renovarse, cumplir expectativas, y, sobre todo, disfrutar del camino. Una década es muy larga cuando hablamos de eventos. Nada dura tanto tiempo sin ser realmente bueno. Y por supuesto, los aficionados son quienes realmente tienen en la mano hacer crecer fiestas del automovilismo como la “Concentración de Clásicos de Fuensalida”, que este año redondeaba cifras en su edición numero 10.
Nadie quiso perderse el espectáculo, y desde casi media hora antes de abrir inscripciones, los primeros participantes se citaban en el parking central del pueblo toledano la cálida mañana del domingo 17 de junio. Empezaban a aparecer coches y coches, uno detrás de otro, y la cola para recoger su bolsa de regalos, cortesía de los patrocinadores, se hacía interminable antes de las 11. Un Delta Integrale por aquí, un Tiburón por allá, y hasta un camión Pegaso. Sin olvidarnos tampoco de un espectacular y antiquísimo Ford T, o los siempre habituales SEAT 124, 1430, 127… Aunque eso sí, esta vez fue el año de los 600. Y no es un decir. Hasta 12 “huevos” quisieron ser partícipes de esta bonita reunión.
Antes de las 12h se cerraron las inscripciones. Y… ¡Oh, sorpresa! 123 coches acababan copando el aparcamiento fuensalidano, una cifra nunca antes registrada en este evento, y que rompía todos los moldes previstos. Quedó más claro que nunca que los amantes de los clásicos querían celebrar el décimo aniversario de esta concentración.
Así que, con tal cantidad de vehículos, se inició la ruta-paseo por las calles del pueblo, para que todos los habitantes y curiosos pudiesen observar todas las joyas que habían acudido a la llamada del Club Automovilista Fuensalida. Y, como quien se haya pasado algún año por aquí bien sabe, este camino conduce al ya tradicional (y siempre espectacular) slalom. Esta vez, para que la competición entre pilotos fuese el centro de especial atención, se programó que solo se pudiese hacer una pasada al circuito. Una sola vuelta rápida. Tocaba hacer manos.
Hasta 6 coches estuvieron peleando por el podio en un margen de apenas 3 segundos, animados además con la sorpresa especial de esta ocasión: un coche de drift, a cargo del especialista John Powers, hizo las delicias de pilotos y aficionados con sus particulares trazadas dentro del recorrido.
Finalmente, y tras más de hora y media de diversión, olor a frenos y neumáticos gastados, fue el piloto toledano Juan Carlos Sánchez, con su Fiat X/1-9 quien se alzaba con la victoria, seguido muy de cerca por el Golf Mk I de Jose Miguel Ruiz Dorado. Por último, en el tercer escalón se colocaron Miguel Ángel Silván y su Honda Prelude.
Finalizado ya esta pequeña degustación del mundo de la competición, los más fieles quisieron quedarse a comer, conocedores del buen rollo que se desata aun más en estos momentos, y también de la gran cantidad de sorpresas que trae la rifa durante el postre. Desde el CAF se quiso también hacer menciones especiales hacia los clubs que les han acompañado y apoyado estos años de andaduras, como los talaveranos de Clásicos de la Reina, el Club Seat 600 de Toledo, Escudería El Piélago, y en especial, a Los Cacharritos, a quienes se condecoró como “agrupación más numerosa”.
Y con todo esto, se cierra un capítulo más. No es fácil llegar hasta aquí, pero con tanto apoyo, y, sobre todo, tanta pasión, el camino se disfruta de otra forma. 10 años dan para mucho. Y sino, que se lo pregunten a los chicos del Club Automovilista Fuensalida. ¡Hasta el año que viene!
Marcos H. de la Morena