I Concentración de Vehículos Clásicos en Cabeza del Buey (Badajoz)

27 Octubre 2016 // Concentraciones

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A la hora prevista, recogimos los bártulos e iniciamos la ruta, paseando en primer lugar por el centro de la localidad de Cabeza del Buey, pasando por lugares emblemáticos de la población y haciendo una ruta sencilla con algunos problemas en la caravana... pero nada que pasara a mayores.

Después de un acogimiento por parte de Cabeza del Buey excelente, iniciamos la marcha hacia Peñalsordo, una ruta de 18 kms que se hizo muy amena, yendo tranquilos, sin adelantos, a una velocidad constante por una carretera que en muchos casos ofrece unas buenas vistas. El calor nos dio una tregua, y tal como augurábamos, hizo buen tiempo, algo de calor, pero nada que con una buena sombra y una cerveza en mano no se calmara.

El alcalde de Peñalsordo nos permitió ir pasando los coches, bajo cierto control, hacia el embarcadero de la Playa de Peñalsordo, donde tuvimos unas vistas espectaculares mientras comíamos en el chiringuito.

Aquí hicimos el receso más largo de la concentración, hasta más o menos las cinco de la tarde, tiempo sufi ciente para que muchos probaran a darse un baño en las aguas del pantano, por lo visto: genial. Un servidor no tuvo el gusto, siento además que muchos no trajeran el bañador.

De vuelta, en el Bar Los Rosales, se celebraría la entrega de trofeos y regalos, se entregaron cinco trofeos, al más veterano, al vehículo más antiguo, al más llamativo, al más lejano y por supuesto, al más averiado.

Luego una ruta prevista, pero es verdad que la gente requería un descanso y eso hicimos, todos a descansar hasta la cena, programada a las 21:30.

La cena, sería en el restaurante la piscina, en el exterior, cenamos medianamente bien, la verdad, sin entrar a valorar otros aspectos que desde luego vamos a tener muy en cuenta para próximos años, dónde ya no nos pueden llamar novatos, el caso, que fue una cena sencilla y en la que creo todos quedamos satisfechos, sobre todo con la tranquilidad con la que estuvimos.

Luego hubo tiempo libre. Nosotros, con satisfacción, nos fuimos a nuestro alojamiento por haber visto que la gente quedaba contenta.

El domingo la idea era dar por finalizada la concentración, pero pasa lo que pasa siempre, se presenta alguien preguntando por el evento… cuánto sentimos que haya ocurrido, pero no admitimos más inscritos porque realmente, sería engañar al inscrito.

Nos fuimos en cuánto estuvimos listos a la búsqueda de los compañeros que estaban alojados en el hostal, quedando ya sólo la familia del 127, por ello, decidimos invitarles a comer en la casa rural que teníamos alquilada, y dónde sin duda pasamos unos de los mejores momentos de la concentración.