Renault 8: Impacto a todas luces
Con rotundo éxito sustituyó al 4CV, ya narrado en este blog, y al Dauphine, pendiente de narrar, tratándose, el R-8, del último coche con tracción trasera de la “familia”. De 40 CV a 5200 rpm, carburador Solex, 4 marchas, 725 kilos de peso, y velocidad máxima de 125 km/h, sería presentado en París en octubre de 1962, ante autoridades, incluido el general Charles De Gaulle, presidente de la República. Llevaba de serie 4 discos de frenos, hasta entonces reservado al tren delantero o a vehículos deportivos. La línea del R-8 y su motor “rompieron moldes” (R-8 S automatic, R-8 Gordini, R-8 Major bifaro…). En España, tanto el R-8 convencional junto al más que bello y seductor R-8 TS, estuvieron en producción en la factoría vallisoletana, de 1965 (3 años después que en Francia) hasta 1976. Fueron fabricados también en Costa de Marfil, Bélgica, Bulgaria, Irlanda, Portugal, Rumanía, la antigua Yugoslavia, Sudáfrica, Argelia, Marruecos, Canadá, Costa Rica, México, Australia e islas Filipinas. El R-8 Gordini (1964), andando el tiempo, le cedió su puesto al R-12 Gordini. Muy vendido por su excelente aceptación sería el azul celeste, que era precioso. Por su parte, el R-8 TS (de 1968 a 1973) disponía de 4 faros, llantas mayores, salpicadero de 5 relojes, carburador Weber de doble cuerpo, 56 CV a 5500 rpm, 145 km/h, 4 velocidades, 755 kilos… Es descendiente directo del Dauphine, aunque con obvias y avanzadas prestaciones, y una más que excelente acogida y carisma.
Su imagen apareció en la gran pantalla, en filmes tales como “Un hombre y una mujer”, gran película francesa de amor, con pegadiza banda sonora, interpretada por Jean Louis Trintignant y Anouk Aimée, estrenada solemnemente en España el 9 de Diciembre de 1966.
Para ir arriando velas, apostillar que tuvo que competir con el Simca 1000 (en 1969 bajó a 900), “el cinco plazas con nervio”, que fabricó en España Barreiros, aunque también tuvo dos rivales muy cercanos, el Seat 850 Coupé (llamado por los más indiscretos, ¡con perdón!, “el coche condón”, porque todos los que iban dentro eran unos “pichas”), así como el Morris 1100; aunque a finales de 1965 surgió un enemigo desde dentro de casa, el admirado R-10, ya tratado en este mismo blog por un servidor, al que se le alargó la carrocería, quedando como un dulce bombón.
Finalmente, en 1970 sería ya sustituido por el R-12.
Francisco Glez. Del Piñal Jurado