Los españoles Carlos Santaolalla Milla y Jan Rosa, ganadores del Dakar Classic 2024

06 Marzo 2024 // Competición

A partir de este 2024, el formato ha quedado limitado a un centenar de tripulantes felices de compartir su pasión por los vehículos de 1980 y 1990 que pudieron volver a enfrentarse a las pistas del Dakar en una competición de regularidad durante 12+1 etapas del 5 al 19 de enero.

Prólogo: No podían haber deseado una entrada mejor. Son las tripulaciones de los dos Porsche 959 réplica que han ganado el prólogo. El número 700 no es otro que el de la pareja campeona de 2023, Lidia Ruba y Juan Morera, quienes, para reeditar el Dakar de 1986 ganado por los dos 959 oficiales de René Metge y Jacky Ickx, formaron equipo con el número 759 de François Larre, un debutante, y Jérémy Athimon. Los paralelismos entre el histórico doblete de la marca de Stuttgart y esta carrera inaugural son innegables.

Etapa 1: Después de que los dos Porsche 959 consiguieran un doblete en el prólogo, ha tomado el relevo el clan histórico, vehículos que ya participaron en el Dakar en los años 80 y 90. El propio hijo de Maurizio Traglio, Lorenzo, acompañado por Rudy Briani, a bordo de un Nissan Pathfinder del equipo Tecnosport que ya dirigiera su padre en los años 90, se ha puesto a la cabeza del Dakar Classic. Asistimos esta tarde también a la revancha de la escuela italiana, ya que al Nissan le sigue en la clasificación general el Toyota de Paolo Bedeschi y Daniele Bottallo, 3º en la edición anterior y también inscrito con los colores de Tecnosport.

Etapa 2: Lidia Ruba, la copiloto ganadora del Dakar Classic 2023, es del género tenaz. Sin embargo, si la escuchamos hablar, uno diría que Lidia preferiría pasar el comienzo de enero con sus tres hijos. Por lo que cuenta su marido y piloto, Juan Morera, Lidia únicamente aceptó venir para no dejarle en manos de otro copiloto que no necesariamente sería capaz de llevarle las riendas. La pareja española salió victoriosa del prólogo, pero un problema eléctrico les hizo caer en la clasificación. Sin embargo, luego ganaron cuatro de seis pruebas. Lidia no se rinde. Ni su marido, ni sus ganas de ganar.

Etapa 3: El checo Ondřej Klymčiw destaca en el Dakar Classic. Un muy buen antiguo motorista, dio el salto directamente a la Classic en 2021, sin haber participado en el Dakar sobre cuatro ruedas. Compite desde la primera edición con un Škoda 130 LR, que no tiene historia en el Dakar, pero que es el coche nacional de su infancia. podría colocar un Škoda en el palmarés del Dakar por primera vez en la historia.

Etapa 4: Carlos Santaolalla Milla, segundo en la edición 2023, es clavadito a su Toyota HDJ 80: indestructible. Resistió los ataques del Skoda de Klymčiw, al que sacó incluso un punto en la general. El día ofreció una batalla de precisión quirúrgica entre los amantes del cadenciador, un instrumento electrónico que les permite conocer su avance o retraso con respecto a la media exigida. Los hay, sin embargo, que desean revivir sensaciones de cuando la electrónica no había invadido aún ni los habitáculos ni los motores. François-Xavier Bourgois, de nuevo al volante de un 504 Peugeot Coupé, listo al fin este año gracias al trabajo de Patrice Auzet, su copiloto, es uno de ellos. Él y Patrice pilotan desde las entrañas, consultando su velocidad en el salpicadero y calculando sin asistencia su avance o retraso en cada sección. Se trata de una forma de revivir el rally raid más clásico, como la música que les colocaba ayer en la 25ª posición de la general, muy por delante de los resultados obtenidos en las dos ediciones precedentes por este coche francés vestido con un traje italiano de alta costura. Como ven, una mecánica bien engrasada y unos cálculos a ojo de buen cubero dan sus frutos en el Dakar Classic

Etapa 5: Klymčiw, en pleno duelo con Carlos Santaolalla desde la 2ª etapa, cuando a los dos protagonistas de esta 4ª edición les separaba un solo punto a favor del español, puede que haya asestado hoy el golpe definitivo. En la 3ª etapa, el piloto del Toyota HDJ 80 había ampliado poco a poco su ventaja. Primero por 8 puntos y, ayer, por uno. Sin embargo, hoy el piloto de Škoda no se ha andado con rodeos. Ganador de las tres pruebas del día, ha logrado ampliar su ventaja sobre su rival principal por decenas de puntos, acabando esta etapa con una ventaja de 29 puntos en la general.

Etapa 6: Irrumpió en escena el Defender del dúo Sousa-Gublin. Ganador de las dos pruebas de navegación, el Land Rover de los franceses se reencontró con sus orígenes. Inscrito en dos ocasiones en África, en 1991 primero y después en el París-Le Cap el año siguiente, este Land Rover también desfiló por tierras latinoamericanas en 2005. Si bien no logró cruzar la meta final en ninguno de los casos, sus reanimadores lo dieron todo para rematar la faena en este Dakar Classic. Este año había 4 Land Rovers en total, 2 Defenders y 2 Range Rovers. La marca inglesa, que se impuso en la primera edición del Dakar 1979, aún no ha conseguido brillar en el Dakar Classic. Descanso: El día de descanso llegó en el momento justo para Klymčiw, sobre todo para su Skoda, que empezó a perder aceite y, por tanto, también puntos. En la jornada de descanso, estaba a 56 puntos del número 768. Todos los detalles cuentan en el Dakar Classic y el subcampeón de 2023 se ha posicionado como un firme aspirante a la victoria a mitad del rally. Algo más atrás, Paolo Bedeschi, tercero en 2023, se encuentra a 190 puntos del hombre que le ganó la temporada pasada. Los capitanes dirigen la nave, con Ondřej al timón.

Etapa 7: En 2022 juró que sería la última vez. Stefano Calzi, que participó en el Dakar Classic al volante del Mitsubishi Pajero MPR 51 de Jean-Pierre Fontenay y Bruno Musmarra, sabía que correr en el Dakar a bordo de esta joya histórica de Mitsu sería una locura. Pero ahora, dos años después, vuelve con el coche más icónico de la parrilla de esta edición, que terminó 3º en 1996. Compitiendo en el doble desafío Iconic Car y Authentic Codriver, el dúo ocupó la 27ª posición de la general.

Etapa 8: Quince camiones tomaron la salida de la 4ª edición del Dakar Classic y el MAN 18-985 del equipo italiano Motortecnica era el mejor clasificado. En la 12ª posición de la general, este coloso cuenta con un hombre cautivado por el Dakar al volante. Corrado Pattono lleva dos décadas compitiendo en el Dakar. Al igual que pasa con los vehículos de época, para muchos de estos veteranos de la prueba, el Dakar Classic es una segunda vida.

Etapa 9: El Dakar y las historias de familia. Los hermanos Marreau subieron al podio en 1980 con su 4L antes de ganar la carrera en 1981 con su R20. Les siguieron los hermanos Loder con su Clase G y los Benavente con su Nissan Terrano. Y difícil estar más unidos que los gemelos Zoll y su Porsche 924. El año pasado, ganaba el matrimonio español Juan Morera y Lidia Ruba, que ha vuelto este año con una réplica Porsche 959. Y no son la única pareja en la carrera: este año siguen sus pasos el matrimonio francés Abrial y los Lovemorett de Sudáfrica. Como puente intergeneracional, el Dakar Classic acoge también a dúos padre-hijo como los Klaassen o los Botma. Sin embargo, el gran premio se lo lleva el camión de la familia alemana Ruppert. El Mercedes 1735 lo conducen Christian y Úrsula, apoyados por su hijo Matías. ¡La unión hace la fuerza en la categoría Classic!

Etapa 10: En el nombre del padre. Lorenzo Traglio es el heredero de la dinastía Tecnosport, histórico preparador italiano del Dakar desde los años 90, entonces dirigido por Maurizio, "il padre". Al volante de un Pathfinder con los colores de la época, Lorenzo ha sido uno de los pilotos más sólidos de esta 4ª edición del Dakar Classic antes de sufrir un problema mecánico. A dos días de la meta, estaba a solo 2 puntos del líder Santaolalla. Lorenzo podría darle a su padre la primera victoria de Tecnosport en el Dakar.

Etapa 11: Lorenzo Traglio y su Nissan Pathfinder con los colores de Tecnosport casi pudieron haber dado un golpe maestro. Con 797 puntos frente a los 791 de Carlos Santaolalla, el italiano ha consiguió alcanzar al hombre fuerte de la primera semana. Esa tarde, a orillas del Mar Rojo, nada más que un punto separa a las dos tripulaciones, para las que la última etapa tenía de todo menos un ambiente de desfile a orillas del Lago Rosa. En su día se decía que un Dakar nunca se gana hasta que no se llega a Dakar.

Etapa 12 Final: Carlos Santaolalla, el otro matador. La cuarta edición del Dakar Classic es para un español llamado Carlos. No Sainz, sino Santaolalla. Un competidor feroz como 'el Matador' que lleva tres ediciones persiguiendo la victoria. Sexto en 2022 y segundo el año pasado, este año dominó con la cabeza y las alas de su Toyota HDJ 80 una edición que pasará a la historia como una de las más disputadas desde su creación. Desafiado por Klymčiw en la primera semana, otro habitual de los puestos de honor como Carlos, fue entonces Lorenzo Traglio quien se mostró como una amenaza, hasta el punto de volver a situarse a un punto de diferencia a falta de dos jornadas. Tanto el Škoda del checo como el Nissan Pathfinder del italiano sufrieron pequeños problemas mecánicos. Es un detalle que no se puede perdonar cuando te enfrentas a un '80'.

Carlos Santaolalla acarició la victoria del Dakar Classic en 2023 junto a su inseparable Aran Sol en su segunda participación. Este empresario catalán se quedó con un sabor de boca agridulce tras dos semanas de batalla súper ajustada con sus compañeros de equipo. Santaolalla siempre había querido ir al Dakar, en principio en moto por su pasión por las dos ruedas, pero no pudo hacerlo por falta de tiempo y presupuesto. En el horizonte también sigue el participar alguna vez con su mujer. Aunque este año no tenía previsto volver a correr y su Toyota HDJ80 llevaba desde marzo en el garaje -después de haber reparado el fallo de la bomba de combustible con el que acabó la tercera edición del Dakar Classic-, una llamada a principios de noviembre le hizo cambiar de opinión. Jan Rosa, copiloto de apenas 22 años, que debutó el pasado año junto a Lluis Pedrals (llegaron a ganar una etapa) y cumplió el sueño que tenía desde pequeño, le preguntó si conocía a alguien que no tuviese copiloto, porque Lluís no podía. No lo dudaron y se embarcaron en la 46ª edición del Rally Dakar. Pese a que ha sido la primera vez que han rodado juntos se han compenetrado rápidamente. Santaolalla ha vuelto a dar visibilidad a una situación que muchas veces se vive en silencio y que él mismo tuvo que afrontar en el colegio: la de los problemas de aprendizaje en niños y niñas, como el TDA y la dislexia. Su Toyota, vinilado con la iniciativa Desetiquétame, ha surcado las dunas saudíes con un mensaje de inclusión y concienciación.