La III Concentración Clásicos en Valdemorillo fue sobre ruedas
Prometía despertar recuerdos y aseguró a los muchos asistentes un auténtico viaje en el tiempo. Porque desde la moto tándem de 1920, que aún arrancó para sorpresa de todos, premiada como la mejor entre las inscritas, hasta ese big-foot que no dejó de atraer miradas, la cita de este año logró sumar aún más variedad, con matriculados desde los años treinta en adelante, todos superando el cuarto de siglo, muchos demostrado el porqué de la pasión que despierta esta gran afición por “las viejas glorias” que, gracias a iniciativas como la de AMM Multitalller, “aún tienen tanto futuro y tanto parking por llenar para satisfacción de todos”.
Con sus mil detalles a punto como el primer día, un MG TD de 1952 se llevó el premio al mejor clásico, mientras que el trofeo al más original, también otorgado por el Ayuntamiento, se fue a manos del propietario del Zimmer Golden Spirit del 83. Y, por supuesto, tampoco faltó el premio Especial AAM Clásicos, que distinguió al FIAT 508 C de 1938 que, al igual que el resto en esta multitudinaria concentración, hizo las delicias de unos y otros ‘copando’ un espacio donde, por unas horas, la historia del motor vibró para vivirse como experiencia singular.
Los encargados de entregar galardones, Juan Carlos Alonso Partida, como organizador, y Nino Gil Rubio, Concejal de Desarrollo Local y Festejos que sigue apostado fuerte por colaborar con esta “interesante y emocionante idea de traer los Clásicos a nuestro pueblo”.
Caravana de matrículas de las que gusta volver a ver sobre el asfalto, rugir de motores por los que el tiempo no termina de pasar gracias a iniciativas como la de esta Concentración Anual de Clásicos que acaba de vivir su tercera y más brillante edición. Porque se esperaba, como siempre, llamativa, multitudinaria, y aún superó la barrera de las mejores previsiones para hacer meta alcanzando récord de participación, con más de 150 vehículos inscritos, y mucho mucho público, dato este último que avala que esta es cita de la que siguen las más incondicionales y también los curiosos, pero que, ante todo, despierta afición.
Porque desde los niños a los más mayores, todos fueron acercándose a conocer, desde los imprescindibles seiscientos que permanecen en la memoria colectiva como parte de una época y de tantas historias vividas décadas atrás, a los más lujosos, y los deportivos, verdaderas joyas de museo y hasta ese que resulta ciertamente único, en este caso un Invaden GT rojo, fabricado en España, en la misma comunidad madrileña, que sigue rodando para demostrar su atrevido y espléndido diseño. Y es que el abanico resulta casi inabarcable, desde los treinta, los cuarenta… y así hasta cerrar el XX con toda la suma de marcas y modelos que el pasado siglo fue echando a rodar por las carreteras. E, incluso, arrancando aún alguna pieza muy anterior, como esa moto clásica de 1920, premiada como la mejor de todas las expuestas.
El multitaller AMM Clásicos volvió a darle “una vuelta de tuerca” a esta edición añadiendo la sorpresa asegurada del sorteo de tres lotes de ibéricos y un bono de hotel. Un buen broche, con los números sacados al azar tras horas de vibrante concentración, amenizadas, además, por música también de los sesenta, setenta y ochenta, temas también de los de siempre que así resonaron, precisamente, en el completo repertorio ofrecido por el grupo Sin fecha de Caducidad, encargado de poner su peculiar melodía a este encuentro con los Clásicos. Encuentro que muchos ya quieren repetir “cuanto antes”.
Juan Carlos Alonso