Morris Minor Owners Club Canarias Meeting V
Después de paseos anteriores en el pasado año, y subiendo el listón progresivamente en cada uno de ellos, este grupo de amigos propietarios de este icónico modelo tan popular, inauguran este 2024 apostando fuerte en esta su quinta salida, sumándose a ella 14 unidades, más otros 3, también propietarios de M.M. que por alguna razón no tuvieron a tiempo su máquina, pero se sumaron al grupo con otros clásicos de su propiedad.
Sin duda, la fuerza y el ánimo con tanto positivismo que D. Carlos Alberto Hernández Pérez (promotor de este grupo) transmite, aventurándose no solo en preparar tan minuciosamente cada salida, sino también su sesudo empeño en inventariar y unir a los propietarios de estas máquinas de toda Canarias, es digno de elogio, partiendo de que ya cada cual sabiendo la joya que atesoraba en el garaje, se añade ahora la unión de todos los propietarios más la ilusión de tener esas máquinas a punto y lucirlas en la carretera junto a otras de su clase, duplica y posiblemente triplica el estímulo de saberse poseedor de un trozo de historia conservándola en el mejor estado posible, compartiendo un bonito entusiasmo por los clásicos.
En esta ocasión la ruta elegida fue un recorrido por la llamada isla baja, noreste de la isla de Tenerife, el pasado sábado 9 de Marzo, siendo el punto de encuentro el norte del municipio de la Laguna, concretamente la zona de Guamasa, donde se reunieron 9 de los 14 Morris, más los 3 clásicos antes mencionados, la salida fue según rutómetro previsto 9:30 h, con destino a la carretea general , pasando por El Sauzal, Tacoronte, La Matanza, La Victoria, Santa Úrsula, Puerto de la Cruz, y conectando con la autovía destino Icod de la Vinos, Garachico, San Juan de la Rambla y más tarde tomar el desvío a “Charco del Viento”, una cala natural perteneciente al municipio de La Guancha, donde se hizo un primer reagrupamiento incorporándose otros 3 Morris más, además también tomar un pequeño aperitivo compartiendo viandas con animadas charlas, percibiendo la inmensidad del mar y su mágico e hipnótico sonido al chocar en la peñascosa costa.
En esta ocasión el tiempo paso muy rápido y la hora de salida no fue del todo exacta al rutómetro, pero con el tiempo justo se continuo hacia el destino final, Buena Vista del Norte, donde nos esperaba el último de los Morris y su propietario D. Jesús Dorta Jiménez, que además de miembro del grupo, generosamente fue el enlace que organizo todo un despliegue de bienvenida por parte del Ayuntamiento y su concejal de Deportes D. Héctor Velázquez Gallardo , en el mejor sitio del casco histórico de este hermoso y tradicional municipio, quedando expuestos para deleite de un público diverso entre locales y turistas que no perdieron la oportunidad de fotografiarse entre estos variados modelos Morris Minor, desde los 4 puertas Saloon, sedan y Cabriolet, siguiendo con los 6CWT Pickup y Van, hasta los icónicos Traveller´s, por supuesto que todos estaban en un excelente estado de exposición, pero destacaría por su antigüedad y rareza el Cabriolet Coupé, de los llamados doble parabrisas, paral o pilar, de 1952, traído desde Inglaterra por su propietaria hace 26 años, hay que destacar también y con mayúsculas al coraje de los cinco propietarios que se trasladaron desde otras islas (Lanzarote, Gran Canaria y la Gomera), que no quisieron perderse esta oportunidad, aun teniendo que embarcarse algunos hasta en tres ferris, se me ocurre una comparación quizás un poco surrealista entre el buey que cruza un río (escudo de Morris) y estos clásicos cruzando el mar entre islas.
Satisfechos después de una estupenda comida en un restaurante cercano, y después de la entrega de un reconocimiento al concejal arriba mencionado, cerramos la ruta arrancando nuevamente los motores hasta en el restaurante del “Mirador del Guincho” situado en el campo de golf, muy cerca del parque Nacional Punta de Teno, disfrutando de una estupenda sobremesa con unas vistas privilegiadas, concluyendo esta magnífica jornada no sin antes hacer planes para un próximo meeting.
Texto y fotos: Lorenzo Suárez Dorta
