Nuevo éxito del Espíritu de La Panadella
Y no es una exageración. Pocos son los encuentros como este. Un encuentro, donde, no solo, los clásicos brillan. Brilla, también, uno de los lugares históricos de nuestra región, de la historia de la movilidad, transportes y vehículos.
Y es que, La Panadella, no era un lugar desconocido, repetimos que La Panadella era un punto de paso y de parada obligatoria para viajeros y viajantes. Una parada imprescindible, que la modernización de los vehículos, y también de las carreteras, relegó a una parada opcional o nostálgica.
Este encuentro, que organiza el Club de Vehículos Históricos de Lleida, con la colaboración de los Ayuntamientos de Montmaneu y Sant Guim de Freixenet, Los Restaurantes, espacio y todos los que ayudaron a hacer posibles el fin de semana, recupera el espíritu y la esencia de la Panadella.
Un fin de semana donde ir a la Panadella a tomar un café al Bayona, al Parada o comprar se convierte en un viaje en el tiempo.
Mirar el aparcamiento y verlo lleno de camiones, autocares y coches como los que paraban hace años. Vehículos de los años 30, 40, 50, 60, 70, 80 y 90. Aquellos vehículos de mercancías, de pasajeros y coches de viajante o turistas que hacían la primera parada, o tal vez la última, de una escapada familiar.
Esta es la magia que el Club de Vehículos Históricos de Lleida nos regala cada año. Y no es de extrañar que los Ayuntamientos de Sant Guim y Montmaneu apuesten y colaboren cada año. Esta historia les es muy cercana. Y lo hacen recibiendo a los participantes en su casa, con almuerzo, visitas y lo que convenga.
Pero en esta edición, La fábrica del Pastoret de la Segarra, famosa por sus productos lácteos, recibieron en dos turnos a los más de 150 participantes y según ellos gozaron de la magnífica visita y compras al salir de ella.
¡¡¡Magnífico Futuro!!!
Cuando la vimos presentar el 2017, con mucha ilusión ya hemos llegado a esta cuarta edición, ya que se cortó por la pandemia y seguimos pensando que este encuentro, Espíritu de la Panadella, nació para quedarse y para convertirse en uno de los encuentros destacados del año para cualquier aficionado. Con sus ediciones, ha conquistado al público y a los pueblos vecinos. Y esto, solamente se puede explicar, dando valor, el Espíritu de la Panadella perdido, y recuperado, por los amigos del Club de Vehículos Históricos de Lleida, los amigos de los transportes, los comercios de la Panadella y como no todos los participantes.
En las fotos podrán apreciar el gran día que brillaba con el sol y los más de 150 magníficos vehículos
Salud y gasolina
Antoni Pomés - Club de Vehicles Històrics de Lleida