Una concentración Seat 600 de Córdoba muy cultural
Comenzaba la caída de la tarde cuando llegaron los primeros amigos que decidieron compartir con nosotros nuestro evento.
Lo primero, para descansar del viaje, nos dirigimos hacia el Restaurante El Mirador del Río, donde pudimos deleitarnos, además de con una estupenda cena, de las vistas al casco histórico de la ciudad. Posteriormente, encaminamos nuestros pasos a través del Puente Romano, hacia la Mezquita Catedral, para realizar la visita nocturna al monumento más emblemático de Córdoba, tras lo cual dimos por finalizada la jornada.
El sábado, día 8, reunidos junto a nuevos amigos, realizamos una espectacular ruta multicolor por la sierra de Córdoba, en dirección a las Ermitas, donde pudimos disfrutar no sólo ya de una espectacular vista de la ciudad, sino también, del silencio del lugar, conocido igualmente como el Desierto de Nuestra Señora de Belén, con su imponente Corazón de Jesús, tras lo cual, siendo ya casi la hora del almuerzo, tomamos la ruta hacia el Club de Golf, donde repusimos fuerzas. Ya en la noche, Visitamos el Alcázar, con su soberbio espectáculo de agua, luz y sonido, una visita relajante y de puro deleite sensorial, tras la cual, ya en la terraza del Hotel Hesperia, degustamos un cóctel, donde nuestros queridos visitantes disfrutaron de nuevo de unas espectaculares vistas y... ¡Sorpresa!
Una luz de color rosado se dibujaba a la lejanía en la sierra. Nuestros amigos quedaron encantados cuando les dijimos que aquello era las Ermitas donde nos habíamos desplazado por la mañana. Con esto, dimos por concluido este espléndido día.
El domingo, ya con todos los inscritos y tras una visita a la Torre de la Calahorra, la colección multicolor de seitas encaró su correspondiente pasacalles para concluir el evento con el almuerzo de hermandad, entrega de regalos y trofeos en el Parador de la Arruzafa, a los clubes participantes.
Cabe destacar en esta concentración, la presencia de unos amigos de Argentina, que tuvieron a bien compartir con nosotros estos días.
Juan Carlos Moreno