XVI Concentración Nacional del BMW Club Serie 3 (E21/E30) España en Tordesillas y Toro
La XVI Concentración Nacional del BMW Club Serie 3 fue un éxito rotundo, con un tiempo perfecto y un ambiente inmejorable. Los socios disfrutaron de un fin de semana lleno de actividades, comenzando con una cena informal y una visita guiada por el casco antiguo de Tordesillas, donde exploraron el Museo del Tratado y otros lugares de interés histórico.
El sábado, los participantes se deleitaron con un cóctel y una comida en el Casino de Castilla y León, seguido de la Junta anual de Socios. La cena de gala en el Parador fue el broche de oro del día, con entrega de pines conmemorativos y sorteo de regalos.
El domingo, la ruta llevó a los socios al Museo del Queso de Toro, donde disfrutaron de una visita exclusiva y una degustación de quesos y vinos. Tras un paseo por Toro, la concentración concluyó con una comida en la Bodega Divina Proporción, dejando a todos los asistentes con ganas de repetir la experiencia en la próxima edición
La previsión del tiempo iba a ser buena, con una temperatura espectacular y un cielo azul que lo impregnaba todo. Los ingredientes para una concentración perfecta estaban sobre la mesa. El parador de Tordesillas fue nuestra base de operaciones, y después de hacer el viernes el check-in en el alojamiento y saludarnos entre nosotros, nos dirigimos a cenar dando un paseo a un restaurante cercano, donde estuvimos tan a gusto. Los que más prisa se dieron después de cenar, llegaron a tiempo de pedirse una copa antes de que cerrase el bar del parador, mientras que un grupo de aventureros se dirigió bajo la luz de la luna a un chiringuito fluvial que se encontraba en los alrededores. El ritmo de la marcha no fue suficientemente rápido, por lo que nada más llegar, el dueño les informó que acababan de cerrar. Las vistas del “skyline” de Tordesillas iluminadas, merecieron no obstante la pena.
A la mañana siguiente nos dirigimos en nuestros coches desde el Parador hasta la plaza mayor de Tordesillas, donde gracias a la gentileza del ayuntamiento, nos permitieron aparcar nuestros queridos hierros en la misma.
Con los coches ya bien aparcados, los asistentes divididos en dos grupos, realizamos una visita turística con dos guías oficiales, por el casco antiguo de Tordesillas.
Visitamos, entre otros emplazamientos, el Museo del Traslado de Tordesillas, ubicado en las Casas del Tratado, uno de los edificios nobles con los que contaba Tordesillas en el siglo XV.
Se cree que fue el lugar elegido por los representantes de Castilla y Portugal para llevar a cabo las negociaciones y dirimir importantes cuestiones internacionales relacionadas con los descubrimientos geográficos de esta época, que concluyeron con la firma del Tratado de Tordesillas, el 7 de junio de 1494.
Durante la visita al museo, realizamos inicialmente un paseo imaginario por los primitivos conocimientos cartográficos de "El Mundo antes del Tratado".
A continuación, pudimos contemplar la idea que Cristóbal Colón tenía del mundo y que le llevó a intentar llegar a Oriente por Occidente.
Este nuevo camino hizo que los problemas diplomáticos entre Castilla y Portugal estuvieran sobre la mesa de negociación.
Estos acuerdos y su evolución se ven reflejados en los mapas de "El Mundo del Tratado".
El conocimiento de la época viene completado por la reproducción de las naves que Colón capitaneó en su viaje descubridor, así como varios libros e instrumentos de navegación y una reproducción del documento del Tratado de Tordesillas.
Tordesillas tiene mucho que ver, siendo una de sus joyas el Real Monasterio de Santa Clara, construido inicialmente como palacio, conservando hoy en día todavía su influencia de estilo mudéjar. También aprendimos que en esta villa se firmó el Tratado de Tordesillas y que fue el lugar donde la reina Juana I de Castilla vivió recluida durante años. Otros de los encantos que pudimos encontrar fué el río Duero, con su puente de piedra que lo cruza.
Después de terminar la visita culturizándonos con las joyas culturales que nos ofrece Tordesillas, pudimos recuperar el aliento tomando unas cervecitas con sus tapas en la plaza Mayor, para a continuación coger nuestros coches y dirigirnos al Casino de Castilla y León situado en el Palacio de los Condes de Gamazo, edificio de estilo neoclásico de finales del siglo XIX, y que sirvió de residencia a D. Germán Gamazo.
En dicho palacio nos agasajaron con un cocktail de bienvenida, para posteriormente degustar una comida con la que pudimos disfrutar de la gastronomía de la zona.
El entorno fue espectacular con amplios espacios para aparcar nuestros coches, así como para hacernos espectaculares fotos de grupo.
Una vez finalizada la comida, los socios se dirigieron por carretera de vuelta al Parador, donde a las 19 horas se celebró la Junta anual de Socios del Club donde se informó a los asistentes acerca del día a día del club, y otros muchos temas de interés como la nueva ley de vehículos históricos etc…
La cena de gala del club en el parador no defraudó, y tras ésta se entregaron los pines de plata y oro a aquellos socios asistentes que hubieran cumplido 5 y 10 años respectivamente. Se sortearon a continuación varios productos de limpieza donados por el patrocinador del foro de etreinteros “Sisbrill”, así como un gran número de catálogos de la época que el club ha estado adquiriendo a lo largo del año para su entrega a los socios. No faltaron las copas y las animadas charlas en el bar del parador hasta altas horas de la madrugada.
A la mañana siguiente y tras realizar el checkout en el parador, los socios emprendieron una bonita ruta por los alrededores de esta bonita tierra castellana, disfrutando de un extraordinario tiempo y la total ausencia de tráfico en estas carreteras. Siguiente parada: El museo del Queso de Toro, el de la familia Chillón.
Nos abrieron de forma exclusiva el museo a nosotros. De hecho, ha sido el primer domingo que abrieron sus puertas a una visita, con lo que como club nos sentimos profundamente halagados.
Quesos Chillón es la historia de una familia a lo largo de más de un siglo. Concretamente desde 1890 cuando el bisabuelo Manuel Chillón comenzó su negocio de producción y venta de quesos.
A finales del s. XIX, el bisabuelo Manuel tuvo la genial idea de emprender, como arriero, el camino hasta Galicia, en concreto, hasta O Barco de Valdeorras.
Si fue el bisabuelo Manuel quien arrancó el negocio, fue la segunda generación, la del abuelo Valentín Chillón, con quien conoció el esplendor y crecimiento de la fábrica de quesos, que comenzó a abrir mercados fundamentalmente en Madrid, Barcelona y Granada.
Este crecimiento sirvió para modernizar progresivamente el negocio, pero siempre atado a la artesanía y saber hacer lo que los antepasados nos dejaron.
La tercera generación, a partir de los años 80, consolidó esa misma línea de negocio, modernizando procesos sujetos a la elaboración y modos tradicionales de la familia. Ese trabajo hizo salir a los quesos Chillón más allá de nuestras fronteras, dotándolos de prestigio, no solo nacional, sino internacional.
Hoy día, la cuarta generación, con el traslado de sus instalaciones en 1999 a Toro, con la patente de tres de sus distintos tipos de queso y con la modernización e innovación en calidad e higiene, mantiene vivo aquel legado desde 1890 como ha quedado reflejado en la apertura del primer MUSEO del QUESO de capital privado de España.
Tras la visita al museo, los socios pudieron hacer una degustación de los diferentes quesos que comercializan, así como de sus vinos. La mayor parte de nosotros aprovechamos para hacer una compra de packs de quesos y vinos, con lo que tenemos la certeza de que les mereció la pena abrirnos el museo solo para nuestro grupo.
Una vez cargados los maleteros de nuestros coches, nos dirigimos, escoltados por la policía local a la plaza mayor de Toro, donde aparcamos los mismos para deleite y disfrute de los que ahí se encontraban.
Una vez aparcados, volvimos a dividirnos en dos grupos y con dos guías turísticas, visitamos la ciudad de TORO.
Toro es una ciudad histórica y monumental. La ciudad es reflejo de su notable papel histórico, de especial relevancia entre los siglos xii y xvi, en la que fue sede real y lugar de celebración de Cortes. Su casco histórico acoge auténticas joyas monumentales, entre las que destaca la Colegiata de Santa María la Mayor. En sus calles se percibe la imbricación de distintas etapas de su desarrollo histórico, siendo aún identificable la traza y los elementos clave de la estructura urbana fundacional, junto con el de otras etapas posteriores de su desarrollo.
Otro de los elementos clave en la configuración de su estructura urbana es su emplazamiento sobre un accidente orográfico significativo, consistente en una considerable elevación del terreno y su ubicación próxima al Duero.
Tras la visita por las maravillas que nos ofrecía esta ciudad, volvimos a tomar fuerzas y a tomar el aperitivo en las numerosas tabernas existentes en el casco histórico de Toro.
Según se acercaba la hora de comer, los socios fueron recogiendo sus coches y se dirigieron a la última etapa de esta concentración, la comida del domingo en la BODEGA DIVINA PROPORCIÓN.
En 2009 colocaron la primera piedra de la bodega, en 2010 plantaron la viña alrededor y en 2011 nació el primer vino. Como una empresa pequeña que da sus primeros pasos, la implicación del fundador es total en el proceso. Los dos hermanos cultivan la tierra, vigilan las viñas a diario y cuidan cada detalle de la bodega.
La esposa de uno de ellos, Yovanna se encarga de las labores administrativas, comerciales y de relaciones públicas. Desde el club deseamos que la tierra sagrada, la histórica Tinta de Toro y la bodega 'divina' les sigan permitiendo lograr el otro gran sueño, crear inolvidables y extraordinarios vinos.
Una espectacular comida con arroces, huevos con patatas y otros numerosísimos manjares dieron por concluida la concentración, contando nuestros socios ya los días que faltan para la celebración de la siguiente.