El Salón Retro Valencia mantiene su apuesta
Notable afluencia al estacionamiento, que se llenó el sábado, destacando entre las actividades la primera edición del Tourist Trophy, que ganó Juan Luis Redo y Jorma Redo a los mandos de un Volvo Amazon.
La IV edición del Salón Retro Auto&Moto Valencia concluyó con un registro de 25.000 asistentes, que consolida plenamente esta feria y revela la gran afición a los coches clásicos, de época y colección existente en toda la zona levantina. Así pues, balance positivo para la organización que confirma el futuro de este certamen y que revela el cada vez mayor interés entre los propietarios de vehículos clásicos, pues el sábado se llenó completamente el aparcamiento reservado, lo que es indicativo de que existen aficionados, dueños de coches o motos, que acuden y que suelen interesarse por la exposición y por la zona comercial.
{adselite}
Muchos integrantes de clubes y aficionados al motor del mundo de los clásicos se dieron cita para contemplar la exposición en estos tres días, como refleja la cifra de asistentes, en cotas similares a las de 2015. Los aficionados se han concentrado en algunos stands, como el American Show del club Horta Clàssics, dedicado al vehículo clásico norteamericano de los años 50, el de los 30 años del lanzamiento del BMW M3, los 40 años del Volkswagen Golf GTI, o el homenaje al Seat 850, en reconocimiento a los 50 años de su comercialización.
Entre las actividades ha destacado por encima de todas I Tourist Trophy Provincia de Valencia, prueba que contó con 30 vehículos clásicos participantes y 300 kms de recorrido por la provincia y las calles de Valencia. Los ganadores fueron Juan Luis Redo y Jorma Redo (Volvo Amazon), quedando después Agustín Vidal y Mauro Vidal (Mini Morris 1275 GT) y José María Desantes y Vicente Macián (Mini Morris Cooper 1.3).
Los trofeos se entregaron en el certamen, donde quedaron en exhibición los vehículos participantes. También fueron muy emotivos los reconocimientos al piloto de motociclismo de velocidad César Gracia por su competitividad en los años 50 y 60, y el cálido reconocimiento al maquetista Alejandro Marín, con la entrega de una placa de agradecimiento por su trayectoria y exposición de varios trabajos.