Farmall, un americano eterno
En 1924, sus principales jefes, haciendo uso de sus crecientes talleres, instalaciones y del personal –que tenía una buena formación y experiencia en las fraguas y la fabricación de piezas– decidieron emprender la tarea de fabricar tractores de gran calado tecnológico para aquellos momentos, a los de les denominarían FARMALL que significa algo como para cultivarlo todo “farm all”. Estos vehículos, una vez puestos en el mercado, crearon una terrible competencia con Ford Motor Company, manteniéndose líderes en el mercado americano hasta que, ya entrados los 60, John Deere les arrebató todos los puestos. El comienzo de la decadencia termina en 1985 con el cierre de las factorías. Existen 2 modelos fabricados desde finales de los años 30 a principios de los 40, de estos emblemáticos tractores que funcionan perfectamente, y están restaurados por sus propietarios, localizados en la provincia de Sevilla. A pesar del parecido de ambas máquinas, por ser tractores de los denominados triciclos, cabe destacar en el modelo Farmall MD de la fotografía de encabezado, fabricado en Rock Island, Illinois, propiedad de Manuel Rodríguez Pérez, de perfecta restauración, que el motor del que dispone funciona tanto con gasolina como con gasóleo, fruto de la prisa tecnológica con la que actuó su fabricante, cuando introdujo el motor diésel en tractores que estaban funcionando hasta entonces con motores de gasolina, para competir con las marcas que no vislumbraban siquiera la posibilidad de dotar a los tractores con motores Diesel.
El tractor de la fotografía de abajo de estas líneas, es un Farmall H, más antiguo que el anterior, considerado como el más pequeño de la serie triciclo, denominado también tractor para cultivo de dos hileras, con motor de gasolina y encendido a magneto y manivela, cuyo propietario Antonio Carmona Anguita lo expone en su particular museo de la Puebla de los Infantes, y nos cuenta la historia del tractor, entre otras, que dio luz al pueblo de Peñaflor con un alternador durante mucho tiempo, o que estuvo transportando leche desde Peñaflor a Sevilla diariamente. Hoy este tractor es un gran activo con el que cuentan los socios de la Asociación Andaluza Amigos del Tractor Agrícola, por cuanto cualquier concentración, exhibición o ruta que lleve a cabo la Asociación, siempre se erige como la cabecera del desfile.
En 1953 y 1954, International Harvester produjo el Farmall Super H, que presentaba mejor par de fuerza del motor y más potencia que el Farmall H estándar, consiguiendo con éste nuevo modelo -aunque con muy poca modificaciónhacerles frente a los aperos de mayor arrastre, que la nueva ola de fabricantes de arados en Estados Unidos puso en la vanguardia a partir de los años 40, para mecanizar mejor los grandes latifundios. No tuvieron estas marcas americanas una buena penetración en el mercado europeo, y no digamos en el español, porque costaba mucho la importación desde Estados Unidos, hasta que se comenzaron a fabricar diversos modelos –entre ellos la serie M– en Inglaterra, que la marca exigió cambiarle la denominación por la serie BM.
En el caso que nos ocupa, hablamos de dos genuinos tractores americanos, adquiridos tal vez por agricultores de la época que no miraban en comparar la diferencia de precio con los tractores de fabricación europea, buscando seguramente la calidad y la tecnología de las máquinas de ultramar.
Fotos: M.Rodríguez, A.Carmona
Texto: Francisco González
Un comentario
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TANTO ASI, QUE EN LA ACTUALIDAD. SIGUEN LLAMANDOLE " FARMALL " A VARIOS MODELOS. AUN SIENDO YA CASE, Y LE AGREGARON LA IH AL FINAL. QUEDANDE CASE-IH.