La historia de Aston Martin en competición
Aston Martin es mundialmente conocido por sus éxitos en las carreras de coches deportivos. Con una victoria en Le Mans y tres consecutivas en los 1.000 km de Nürburgring, se proclamó Campeón del Mundo de Automóviles Deportivos en 1959. Después, la escudería británica cosechó múltiples victorias en Le Mans desde 1931 hasta la conquista del Mundial de Fabricantes GT en el campeonato de resistencia. Numerosos triunfos en diferentes carreras y categorías a lo largo de los años han consolidado a la marca como uno de los grandes nombres en los campeonatos de resistencia.
Sin embargo, son menos conocidos el GP de Europa de Aston Martin y, más tarde, sus hazañas en la Fórmula 1, pero desde los inicios de Aston Martin hace 107 años, fundado por Lionel Martin y Robert Bamford en 1913 en un pequeño taller de Londres, la participación en los deportes de motor fue parte del espíritu e identidad de la empresa.
Ahora, mientras la marca de lujo británica se prepara para regresar a la parrilla de F1 por primera vez en más de 60 años, recordamos las anteriores actuaciones de Aston Martin en la clase de automovilismo más competitiva y desafiante del mundo.
Años 20. Desde sus primeros días al frente de la firma, el cofundador de Aston Martin, Lionel Martin, soñaba con poner el nombre de la empresa que había creado con su socio Robert en el campo de las carreras de Grandes Premios.
El nombre Aston Martin se había establecido en los circuitos de montaña de Gran Bretaña, y el propio Lionel tuvo un éxito notable al volante de su automóvil, pero sabía que las carreras competitivas de Grand Prix por toda Europa traerían la fama que ansiaba para su compañía.
Al comienzo de los ‘Locos años 20’, ese sueño se hizo realidad cuando Martin conoció a un joven piloto de carreras, el Conde Louis Zborowski. Éste, hijo de un conde polaco y una heredera estadounidense, tenía una sed insaciable de velocidad y un fuerte anhelo por los deportes de motor.
Con una fortuna que en la actualidad le clasificaría cómodamente como multimillonario, Zborowski tenía amplios recursos a su disposición que, junto con su conocimiento de Aston Martin, le dieron la confianza para encargar, no uno, sino dos coches de carreras a la empresa británica.
Trabajando codo con codo con Lionel Martin y su equipo, lograron un plan para construir dos coches que les permitieran competir en el Tourist Trophy de la Isla de Man en 1922. Zborowski invirtió alrededor de 10.000 £ de la época en el proyecto, una fortuna en ese momento, y el dinero se destinó no solo a los coches, sino también a la creación de un motor de carreras de 4 cilindros y 16 válvulas absolutamente innovador.
El primer coche Aston Martin Grand Prix, con esta unidad de 1.486 cc, tenía alrededor de 55 bhp (potencia sin pérdida) a 4.200 rpm. El automóvil pesaba 750 kg, tenía una velocidad máxima de 137 km/h y llevaba dos asientos, uno de ellos para hacer sitio al mecánico de conducción, que era un miembro esencial del equipo, entre otras cosas porque parte de su trabajo era presurizar el tanque de combustible mediante una bomba manual. Increíblemente, al menos para los estándares actuales, el automóvil fue conducido por carretera hasta los circuitos donde compitió.
Mientras que los motores de carreras de 16v habían sido desarrollados con éxito durante años por marcas como Peugeot, Bugatti o ALFA, la génesis del motor Aston Martin fue algo más “entretenida”.
Clive Gallop, amigo íntimo y compañero de carreras del conde Zborowski, conocía al ingeniero de Peugeot, Marcel Gremillion. El talentoso francés había sido alumno del gran diseñador de motores Ernest Henry, que trabajaba ahora en Ballot.
Gremillion persuadió a Henry para que le explicara los detalles del motor Ballot de 3 litros. Sin embargo, Henry no estaba por la labor, y rompió los planos donde estaban los dibujos del motor por la mitad. Gremillion los cogió y adaptó en la mitad inferior de cámara única de Bamford & Martin 16 válvulas.
Por lo tanto, con un modelo partido en dos del 3.0 litros diseñado por Henry se convirtió en el modelo Bamford & Martin de cámara única, 16v y 1.5.
Debut en el Grand Prix. Si bien los chasis TT1 y TT2 estaban destinados a competir en el evento Tourist Trophy el 22 de junio de 1922, el equipo no pudo cumplir con los plazos y no llegaron. En su lugar, se decidió estrenar estos coches en el GP de Francia de 2.0 litros el 15 de julio en Estrasburgo, marcando así el debut de Aston Martin en la competición.
Zborowski estaba al mando de TT1, con Len Martin como su mecánico, mientras que Clive Gallop pilotaba TT2 asistido por el mecánico H.J. Bentley. Inevitablemente, como resultado de la falta de potencia debido a que la capacidad del motor era menor que la requerida para la carrera, junto a la necesidad (por regla) de llevar lastre, ambos coches se retiraron por problemas en el motor. Pero la experiencia fue lo suficientemente estimulante para que el equipo, con base en Abingdon Road continuara la aventura del Gran Premio. Los coches TT continuaron desarrollándose y en los meses siguientes lograron varios podios, incluido un 2º puesto en el GP de Penya Rhin de 1922, disputado en el circuito de Villafranca. El equipo repitió posición en el mismo evento el año siguiente; y quedó 3º en el GP de Boulogne, también en 1923.
La prematura muerte de Zborowski en 1924, casi inevitablemente al volante de un coche de carreras, marcó el fin de la primera incursión de Aston Martin en el deporte de motor de primer nivel, y pasarían otros 20 años antes de que la marca volviera a las carreras.
Años 40. Si bien técnicamente no es un evento de “máxima categoría”, el GP de Automóviles Deportivos de Bélgica de 1946 es digno de mención en el contexto de la historia de Aston Martin. Las primeras pruebas de motor de la posguerra en toda Europa fueron algo peculiares, ya que muchos de los coches que competían, menos de un año después de la II Guerra Mundial, no eran -lógicamente-, completamente nuevos.
Los corredores del Aston Martin Speed Model preguerra todavía eran competitivos, por lo que no fue una sorpresa ver a un ahora famoso modelo deportivo de 2.0 litros Aston Martin de 1936 competir en el Grand Prix de coches deportivos de Bélgica de 1946, que tuvo lugar el 16 de junio en el autódromo temporal adyacente al Bois De La Cambre, Bruselas. Al volante estaba uno de los personajes más icónicos de la marca: St John Stewart Horsfall, o “Jock”, como era popularmente conocido.
Nacido en una familia acomodada con seis hijos, Jock se inició en el mundo de la automoción y adquirió su primer Aston Martin en 1934, con solo 24 años. Siendo un corredor de bolsa de éxito, Horsfall se convirtió rápidamente en parte de la “familia” de Aston Martin y ayudó significativamente a la marca con el desarrollo y las pruebas.
Durante la guerra sirvió en el MI5 y entre sus variadas funciones estaba la de llevar en coche a los oficiales y agentes de la agencia, agentes dobles y espías enemigos capturados de un lugar a otro a toda prisa. Horsfall tenía astigmatismo y miopía, pero se mostraba reacio a usar gafas graduadas. Aun así, gracias a sus grandes dotes al volante, conseguía ser uno de los mejores en su trabajo.
Jock también participó en las pruebas de seguridad de emplazamientos navales y aeródromos y estuvo al tanto de una gran cantidad de información altamente clasificada. Ciertamente, su actividad “secreta” más famosa fue su papel como conductor en la Operación Carne Picada, un engaño exitoso de las fuerzas del Eje para ocultar la invasión aliada de Sicilia en 1943.
En el GP de coches deportivos de Bélgica, el vehículo de Jock tomó la bandera a cuadros por delante de un grupo de competidores de Frazer Nash, BMW y Alvis. Una victoria notable para una máquina “vintage”.
El coche de carreras estaba propulsado por un motor de árbol de levas en cabeza de 4 cilindros de 1.950 cc que producía alrededor de 125 CV y pesaba 800 kg. Con una carrocería abierta Ulster Style, dos asientos y alas separadas, podía alcanzar los 193 km/h.
Sin embargo, la victoria en Bélgica no fue la mayor hazaña de Horsfall. Eso llegó 3 años después, cuando quedó 2º en su clase y 4º en la general en las 24 H de Spa de 1949, al volante de un Aston Martin Speed Model. Lo que hace que este logro sea tan notable es que, si bien tenía a Paul Frère disponible como copiloto, Horsfall decidió conducir durante las 24 horas completas con una sola mano. Lamentablemente, Horsfall murió 4 semanas después en un incidente de carrera en el Trofeo BRDC de 1949, celebrado en Silverstone (R.Unido). Su posición en las filas de propietarios y fans de Aston Martin se puede medir, entre otras cosas, por el hecho de que el Club de Propietarios organiza un evento anual de carreras en su memoria: el Trofeo St. John Horsfall Memorial.
Años 50. Fue una época emocionante para Aston Martin. El propietario de la empresa, Sir David Brown, que había adquirido el negocio en 1947 antes de agregar la marca Lagonda ese mismo año, estaba creando constantemente coches deportivos británicos de cada vez más atractivos y elegantes.
Sir David reconoció la importancia del automovilismo para el éxito comercial de la marca y, en 1955, ideó un plan para desarrollar coches que se enfrentaran a las mejores máquinas en el Mundial de Deportivos y en Fórmula 1.
La historia se centra en los famosos logros del DBR1 ganador de Le Mans, y el DB3S que lo precedió, pero la aventura inicial en monoplazas, DP155, podría verse como un valioso ejercicio de aprendizaje para la marca, y fue el precursor de los coches Grand Prix de finales de la década de 1950. Paralelamente a este proyecto, Sir David inició el trabajo en un nuevo motor y un nuevo diseño de automóvil de carretera que se convertiría en el DB4.
Fue entonces cuando nació el Aston Martin DBR4. Probado 1957, no fue hasta 1959 cuando debutó en el Trofeo Internacional BRDC, llevado a cabo según las reglas de la F1 en Silverstone. Compitieron dos coches de Aston Martin y, uno de ellos -conducido por el ganador de las 24H de Le Mans, Roy Salvadori-, llegó en un meritorio 2º puesto detrás de Jack Brabham, que conducía un Cooper-Climax T51. Impulsado por un motor RB 250 de 6cil y cárter seco de 2.493 cc, con el mismo diseño básico que el motor del DBR1, el DBR4 / 250 era un monoplaza con estructura espacial de 256 CV que pesaba 575 kg. A pesar de ser impulsado por algunas de las estrellas de la época, Salvadori y Carroll Shelby entre ellos, el DBR4 de motor delantero no estaba en sintonía con la competencia de motor central y no logró reflejar en la F1 lo que “su primo” DBR1 logró en los autos deportivos.
Después de un debut decepcionante para su sucesor, el DBR5, Aston Martin se retiró del automovilismo de primer nivel en 1960.
2010. En años más recientes, y después de casi medio siglo, las alas de Aston Martin regresaron a los paddocks de Fórmula 1 cuando la compañía se convirtió en patrocinador principal y socio técnico de Red Bull Racing, una relación que también ha dado lugar al hipercoche Aston Martin Valkyrie, que entrará en producción en 2021.
La marca está ahora preparando un regreso a la parrilla en 2021 con el Aston Martin F1 Team, que competirá en una carrera de F1 por primera vez en más de 60 años y continuará el legado creado por los fundadores Lionel Martin y Robert.
Lawrence Stroll, presidente ejecutivo de Aston Martin, dijo: “El regreso a la Fórmula 1, con una historia tan colorida y dinámica en el deporte, es un momento realmente emocionante para todos los involucrados en el proyecto. La parrilla de Fórmula 1 es el lugar adecuado para Aston Martin. Es donde debería estar esta marca, y sé que este próximo capítulo de nuestra historia de carreras será increíblemente emocionante para los aficionados de la F1 en todo el mundo”.