Fiat, una marca clave en el desarrollo de los vehículos familiares
Desde sus orígenes, Fiat ha desarrollado vehículos especialmente pensados para las familias, con hitos como el Fiat Tipo 1 que, entre 1910 y 1921, contaba con versiones alargadas que podían configurarse como furgón y que tuvieron una gran acogida como taxi en las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos por su espacio interior. Además, destacaban por sus innovaciones técnicas, como el Fiat Zero (1912-15), que contaba con instalación eléctrica de serie o el Fiat 70 que, por aquellos años, fue el primer automóvil en contar con sistema eléctrico completo.
En el periodo de Entreguerras, llegarían modelos de éxito como los Fiat 501 o 502, con todo tipo de carrocerías, incluida las más alargadas. El Fiat 514 L (1929-32) era la versión Larga de este modelo, Se fabricó en varios países, entre ellos España, donde se produjo en las instalaciones de Hispano-Suiza en Guadalajara y se comercializó hasta 1935 bajo el nombre Hispano 514.
Durante los años 50 y 60, Italia, como el resto de las grandes economías europeas, vivió un boom económico tras los rigores de la posguerra. Con el surgimiento de una amplia clase media, los automovilistas italianos empezaron a buscar vehículos más espaciosos y confortables, que permitieran disfrutar de largos trayectos con la familia en fines de semana y vacaciones. Los ingenieros de Fiat supieron leer esta demanda creciente y se lanzaron a buscar respuestas audaces sin perder de vista aspectos como el precio de los vehículos.
El primer eje de ataque fue aprovechar la carrocería de las grandes berlinas de la marca para ofrecer modelos con espacio interior pero con acabados más básicos que los modelos de segmentos superiores. Esa fue la idea que desembocó en el Fiat 1500 L, que se comercializó con gran éxito en el Viejo Continente entre 1962 y 1968 por combinar amplias dimensiones con un motor de 1.5 litros y 75 CV. Con el diseño exterior de los Fiat 1800/2300, ofrecía un interior amplio y confortable para 5 o 6 pasajeros.
Paralelamente, Fiat se inspiraba en los Station Wagon americanos para empezar a ofrecer las carrocerías “Familiale” en varios modelos de su gama. El primero de ellos fue la gran berlina Fiat 2300. Su versión familiar, lanzada en 1961, pretendía ofrecer espacio de maletero más que suficiente para llevar el equipaje de unas largas vacaciones, manteniendo el confort y el lujo de este modelo y sus prestaciones, aseguradas por un motor de 2.3 k y 102 cv. Con el mismo frontal que la versión Sedán, aprovechó el espacio del maletero para alargar el techo y colocar ventanillas suplementarias a ambos lados. El portón trasero se abría en dos mitades, una superior y otra inferior, que permitía sentarse a contemplar el paisaje. El maletero totalmente plano y los asientos traseros abatibles ofrecían la posibilidad de colocar unos sacos de dormir y disfrutar de una cómoda noche en el campo.
Al mismo tiempo, las carrocerías Familiale se fueron extendiendo al resto de la gama. Así, el Fiat 1100 D, en 1962, se sumó a esta tendencia, creando el automóvil perfecto para gran parte de la clase media italiana. Con una estética moderna para su época, ofrecía un trayecto muy confortable para hasta 5 ocupantes. Tomaría su testigo, en 1964, el Fiat 124 Familiale, uno de los grandes éxitos de la marca. Contaba con una plataforma excelente y con una gran capacidad de adaptación. El Fiat Tipo Station Wagon lleva a nuestro tiempo el legado de esta saga de modelos.
Lejos de conformarse, Fiat también exploró nuevos territorios que acabarían con el lanzamiento de los precursores de los antecedentes de los monovolúmenes. Unas propuestas casi extraterrestres basadas en los modelos utilitarios comercializados por Fiat en aquel tiempo. El mejor ejemplo de esta línea de trabajo fue el Fiat 600 Multipla (1955-1960). Si ya el 600 se comercializó como una versión alargada del 500, su versión Multipla provocó un terremoto, con un frontal mucho más alto de lo normal y una arquitectura interior innovadora, que permitía acoger cómodamente a 6 personas en unas dimensiones más que compactas. Su configuración situaba a dos pasajeros delante, dos en una fila central y otros dos en dos transportines traseros. Como en el 2300 Familiale, el maletero plano y los asientos abatibles convertían a este vehículo en una original tienda de campaña.
Su heredero más famoso fue el Fiat Multipla (1998-2010) que, con un diseño también único y adelantado a su tiempo, ofreció el máximo espacio interior a sus 6 pasajeros en configuración 3+3 que disfrutaban, además de un amplio maletero.
Del popular Fiat 500 surgió el Fiat 500 K Giardiniera que, entre 1960 y 1977, ofreció el máximo espacio interior en una carrocería compacta, económica… y descapotable, gracias a su techo de tela enrollable. Sus puertas de apertura de atrás a delante y su portón trasero facilitaban el acceso al máximo. Su suspensión trasera estaba adaptada para transportar grandes pesos. El Fiat 500 X puede considerase su heredero en la gama actual.