Se pusieron de moda las "Rubias", el auge de las carrocerías woodies

Hacia 1920 se le asignaron, a ciertos vehículos en concreto, paneles de carrocería de madera, pues este material hacía posible una modificación de tipo artesanal, por cuanto suponía una considerable carestía implantarle al vehículo paneles metálicos.

En los años 20 del siglo XX, la tenencia de automóviles era muy escasa, la gente viajaba más en tren. Hoteles de cierto nivel emplearon vehículos para transportar, desde la estación de ferrocarril al hotel, el equipaje de sus clientes, que hacían en “Rubias”. De ahí surgió el término “station wagon” para denominar a ciertos vehículos en carrocerías concretas, rancheras y familiares. También los primeros chasis independientes eran de madera, pues heredaron las técnicas de construcción de los coches de caballo. En los años 30 del siglo XX se fueron sustituyendo por chasis de acero.

Usaron láminas de madera en sus carrocerías fabricantes cómo Pontiac, Willys, Ford, Toyota, y entre otros, los lectores más veteranos recordarán al Biscuter tipo furgón, con la caja de madera barnizada. En la parte trasera de las carrocerías de madera, más tarde, los acabados exteriores eran de paneles finos de madera.

Ya en los años 30 del siglo XX, aparecieron woodies de lujo, al relacionarse con vacaciones, desplazamientos, hoteles, ocio…, a los que se le añadieron extras, y se convirtió en un icono de status social. A partir de los años 50 del siglo pasado la moda decreció, comenzando la madera a ser un simple aplique en la propia carrocería metálica, que había que mantener frecuentemente debido a la intemperie. Willys-Overland Motors, creada en los Estados Unidos de Norteamérica en 1908, sería una marca de prestigio internacional, productora del vehículo todo terreno “Jeep”, homologado por el Ejército de los Estados Unidos; que creó el modelo “Jeep Willys Wagon”, cuyos laterales eran de madera, vamos, tipo “Rubia”. En la familia de este narrador hubo un Willys Overland, de 1949, cuyo rendimiento fue extraordinario durante años. Estaba pintado con los colores clásicos de este modelo, burdeos y beige claro, de 3 velocidades más la trasera, y matriculado en el año 1953 bajo placa SE-20645.

Francisco Glez. Del Piñal Jurado