Los Camiones Pegaso 3045 y 3050
El bello emblema llevaba el caballo alado en blanco, con fondo azul precioso, en particular en los tapacubos de las ruedas (delanteras y traseras), de enorme vistosidad, lo mismo que el color rojo que utilizaba Leyland; la cruz frontal existió de diferentes formas (en especial, en el autobus/autocar Z404, de mayor tamaño, que le hacían una línea delantera preciosa); y la chapa acanalada utilizada mayoritariamente en los camiones, que la firma ENASA (fabricante de Pegaso) iba creando.
En el aspecto propio del terreno, vamos, de la orografía, y centrándonos ya en los vehículos del epígrafe, procede comenzar la prosa de tales vehículos que hoy se comentan, su desenvolvimiento por el territorio desértico sahariano, de forma admirable, ante las particularidades físicas del área de operaciones e indicado desenvolvimiento y eficacia, junto a la escasa densidad de población, lo mediocre de las infraestructuras, el alejamiento de las bases de abastecimiento y de las fuentes de recurso material, aprovechándolo todo. Cabe comentar, a título anecdótico y doméstico, que cuando se acudía a la frontera norte (Marruecos) a abastecerse, se entregaban las armas a la Policía Territorial de la frontera, se entraba en un “terreno de nadie” y se adquirían las frutas y verduras. Al regreso a las unidades y/o bases, los camiones llegaban a veces con los tomates “espachurraos”, por lo accidentado del terreno arenoso, que se aprovechaban para hacer gazpacho. El primero de los modelos anunciados, el 3045, era primitivamente de gasolina, de sonido limpio, suave, agradable … (ET-50xxx y ET-51xxx). Los matriculados ET-52xxx y siguientes ya eran diesel, con motores lógicamente más broncos y menos suaves. Este nuevo Pegaso, de adaptación desértica, sería presentado en Madrid, hacia finales de mayo del año 1969, prestando servicio, en un principio, en el Sáhara, si bien su utilidad, funcionalidad y buen comportamiento lo hizo extensivo a todo el Ejército español. Se trata de un todo terreno, 2 ejes, tracción 4 ruedas, de 135 CV, que ascendía por pendientes del 65% con 3 toneladas encima, y de considerable altura del chasis con respecto al suelo, extrema dureza y enorme defensa frontal. El 3045 G, de motor DAF, de gasolina, a 3500 rpm, poseía doble depósito de combustible para mejora de su autonomía desértica. Este soberbio camión, de la marca española del caballo alado, sería la antesala de otros modelos que serán narrados seguidamente. Entre las fotos que se plasman se adjunta una b/n, que efectuó el que suscribe en 1971 y que corresponde al 3045, ET-51700, aun de gasolina, marineando en zona de dunas. Obsérvese la arena en suspensión, en vísperas de pre-siroco, de este vehículo que pertenecía al Batallón de Automóviles del Sáhara, con base en El Aaiún.
Al modelo 3045 le sustituyó el 3046, muy mejorado, diesel, de 170 CV, y motor 9100/42. Posiblemente la operación más elevada de ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones, S. A., fabricante de la marca de hoy tal cual se ha apuntado ya) en toda su historia, fuese la venta efectuada al gobierno egipcio a mediados de los 80, de finales del siglo XX, para sus Fuerzas Armadas, con la nada despreciable cifra de 8000 unidades, quedando, al final, 2500 ya fabricadas y sin entregar por juzteza de tesorería del país comprador.
El otro camión emblemático que copreside el artículo de hoy es el Pegaso, modelo 3050. Con mayor potencia que el pionero modelo, el 3045, ya narrado, disponía de 170 CV, 3 ejes, 10 Tm, y motor 9100, y también con un historial de lujo. El heredero de este modelo sería el 3055, de motor 9220, diesel, inyección directa, de 10520 cc, y 200 CV. Así pues, y para terminar, concluir manifestando que en 1980 el 3046 releva al 3045, y el 3055, ya indicado, releva al 3050.
Los modelos 3046 y 3055 evolucionaron, ya en los años 90, de finales del siglo XX, hacia los más modernos y potentes 7217 y 7323; el primero de 170 CV y el segundo de 200 CV, pero esto es ya otra historia.
Francisco J. González Del Piñal Jurado
Historiador y Académico