21º Rally de Montecarlo LANCIA VUELVE A TRIUNFAR
La 21ª edición del Rallye MonteCarlo Histórico partió el pasado 2 de febrero desde el Moll de la Marina de Barcelona y terminó en Mónaco el día 7. Un total de 38 equipos han elegido Barcelona como ciudad de salida en esta prueba de regularidad organizada con la colaboración del RACC y conside rada la más importante del mundo en su especialidad. El Rallye MonteCarlo Histórico sólo admite la inscripción de vehículos clásicos que entre 1955 y 1980 participaran en la versión de velocidad del mítico rallye monegasco. Los competidores afrontaron seis días de regularidad por un recorrido de elevada exigencia que comparte varios tramos con el 86º Rallye Automobile MonteCarlo, que culminó días antes.
La prueba tiene seis puntos de salida en distintas ciudades europeas: Oslo, Glasgow, Bad Homburg (Alemania), Barcelona, Reims y MonteCarlo. Los 314 participantes están divididos en tres promedios de regularidad y se reunieron en los Alpes para disputar la famosa etapa de concentración y llegar juntos hasta Valence, completando por el camino dos tramos de regularidad.
El RACC, 16 años como organizador de la ceremonia de salida
El recorrido incluyó, además de la etapa de concentración, otra de clasificación el domingo 4, una común para el 5 y la etapa final que cerrará la prueba durante la madrugada del 6 al 7 de febrero, ya con la capital del principado como centro neurálgico y con la célebre noche del Turini como punto culminante. Los españoles participantes con su Porsche. También han brillado Fernández Cosín con un Lancia y Toño Sainz, el hermano del bicampeón del mundo y doble ganador del Dakar, que con otro Porsche se ha quedado en puertas del top 20. Salvador Cañellas, que fue cuarto en la edición mundialista de 1977, llevaba su Seat 124 a meta en la posición 63ª.
Equipo de SEAT Coches Históricos: Los tres SEAT mejoraron su clasifi cación en la última etapa y el 127 de Manu Cortés brilló en la nieve del Turini. SEAT Coches Históricos volvió a parti cipar con tres vehículos liderados por una réplica del SEAT 124-1840 Gr.4 que terminó 4º en 1977. Igual que en aquella ocasión, lo han conducido Salvador Cañellas y Daniel Ferrater con el mismo nº 18 que lucía hace 41 años. El equipo lo completaban otros dos coches: Joan Dalmau-Carles Jiménez (SEAT 1430/1600 de 1974, nº 56) y Manu Cortés-Eloi Alsina (SEAT 127 de 1973, nº 262). Este último brilló especialmente entre la nieve de Turini.
Más de tres mil kilómetros a cuestas sobre carreteras tortuosas y paisajes de belleza increíble. Litros y más litros de combustible degustados por hambrientos motores de antaño, afinados cual mecanismos de relojería, que martillean oídos y riñones de sus afortunados usuarios. Casi todos los que llegaron a meta estaban rendidos tras una semana de competición extenuante, dura, exigente y que ha llevado al límite del aguante físico a pilotos jóvenes y veteranos, que han luchado contra el sueño, el frío, la sed y el hambre…
Contado así parece exagerado y podría parecer la narración de una dura etapa del Rallye Dakar de hace unos años; pero no, se trata del Rallye Monte-Carlo Histórico, que suma todo lo dicho a su tradicional estampa de glamour, poderío, belleza, estética y coches de colección. “Quien quiera venir, que venga”; “si puedo, volveré”; nos dicen muchos, pero la verdad es que la organización de este rallye plantea una prueba de una dureza que parece casi irracional, lo que sin duda hace incrementar su leyenda y prestigio. Menos mal que son auténticos apasionados y enamorados de la historia el automovilismo, de la competición, eso que a veces nos cuesta entender... Ayer, a las cuatro de la mañana, con temperaturas bajo cero.