V Rally Lugo-Centollo
A la prueba, puntuable para el trofeo ARM Trip Galicia, acudían los pilotos más destacados de la regularidad gallega, con las bajas de las parejas formadas por Suso Míguez-Mar González, Borja Vázquez-Marta Prego (dominadores del apartado sin medidor), y los queridos e incondicionales hermanos Luis Mas y Gerardo Mas, a quien le deseamos una pronta recuperación. Entre los participantes, también estaban dos caras muy conocidas del panorama automovilístico nacional, los hermanos Sergio Vallejo y Diego Vallejo, quienes en esta ocasión abandonaban los asientos de su habitual Citroën DS3 R5, para subirse en un R5 Copa.
Entre los vehículos pudimos ver una buena representación de vehículos de las décadas de los 70, 80 y principios de los 90. A los ya habituales BMW 2002, Mini, Seat 124, Renault 5 o Volkswagen Golf, se sumaban distintos modelos de Porsche, 911, 924,944 y 928.
Eduardo Iglesias, alma mater del rally, planteó un rally con salida en Outeiro de Rei y llegada a Lugo, con 11 tramos cronometrados divididos en dos secciones y una longitud total de 130Km y 100 controles, encontrándonos con los ya conocidos tramos del polígono industrial de Outeiro de Rei y el circuito de Bonxe, siendo el resto de los tramos totalmente nuevos; continuando así con la filosofía con la que nació este rally, intentar mostrar a los participantes los excelentes paisajes que ofrece la provincia de Lugo.
El primer tramo finalizaba con el liderato de Alfonso Fernández y Javier Castro, quienes aprovechaban la ocasión para estrenar su flamante Peugeot 309 GTI; aunque no aguantarían mucho tiempo en los puestos de cabeza, tras saltarse en el tramo 2, uno de los ya conocidos “triángulos” por los que se caracteriza este rally.
El segundo tramo con salida en Ramil, llevaría a los participantes hasta el circuito de Bonxe, encontrándonos con múltiples cruces, y el famoso triángulo que dio al traste con las aspiraciones de algún que otro piloto.
El tercer tramo consistía en dos vueltas al circuito de Bonxe a un ritmo bastante ligero, en el que los pilotos demostraron su pericia al volante, y al cual, algún participante, debe estar a día de hoy, todavía dando vueltas….Este tramo tenía un premio especial patrocinado por Coca-Cola, al equipo que penalizase menos en sus controles, resultando ganadores el equipo formado por Ana Alfaro-Paco Álvarez con su Seat 128.
El cuarto tramo con salida en las proximidades del circuito de Bonxe, llevaría a los participantes hasta la población de Rábade, cruzando su precioso puente sobre el río Miño, de origen romano y traza medieval, construido entre los siglos XIII y XIV, debiendo transitar previamente por la encrucijada diseñada, entre rotondas y calles del polígono industrial de Outeiro de Rei, que a pesar de ser ya conocido, planteo numerosas dudas entre los participantes.
El quinto y el sexto tramo, serían un mero trámite, atravesando el área recreativa y singular emplazamiento geológico de Penas de Rodas, en Gaioso, camino del séptimo, en el que se presentaban novedades. En el tramo de enlace previo, los participantes debían recalibrar su medidor, estando además dicho enlace muy ajustado en tiempo, lo que provocó algún pequeño incidente entre los participantes por la obstrucción de algún vehículo.
Una vez recalibrados, los participantes afrontaron el séptimo tramo, con una nueva calibración, que si bien no difería mucho de la inicial, provocaba que la diferencia de metros en los cruces fuese creciendo a medida que transcurría el tramo, si la calibración no estaba lo suficientemente afinada.
En la clasificación, se vio reflejada esta nueva calibración, aumentando la media de segundos de penalización por control de cada vehículo, sin que a los más “expertos”, les haya influido este cambio.
En la localidad de Cotá, mesón O Zapateiro, tuvo lugar el único reagrupamiento del día, con una parada de 40 minutos para calmar la sed provocada por las altas temperaturas y reponer fuerzas para afrontar la segunda sección del rally, que llevaría a los participantes hasta la Praza Horta do Seminario en Lugo.
Los tramos octavo y noveno, discurrían por Hombreiro, y en ellos, se sucedían los bucles y cruces entre los participantes.
En la postrimería del rally, cabe destacar el retraso sufrido por los equipos formados por Sergio vallejo-Diego Vallejo, Miky Caldas-Diego López y Adolfo Rodríguez-Adolfo González, por la incursión en la calzada de un rebaño de vacas, descendiendo algún puesto en la clasificación general.
El piloto Adolfo Rodriguez asistía a la cita Lucense, con muchos kilómetros acumulados en sus espaldas; tras atravesar toda España para participar en el 8º Rally Clásicos del Atlas Solidario 2017, junto a otros miembros de la Escudería Ourense, entre ellos, otro veterano y conocido piloto, asiduo en las pruebas de regularidad gallega, Luis Aragonés, quien se proclamó vencedor en la categoría de dos ruedas motrices.
El tramo diez discurría por la carretera de Hombreiro a Lugo, llegando hasta las proximidades de la antigua planta potabilizadora de agua de Lugo. Un tramo con un firme un poco descarnado, quizás el peor de todo el rally, y que se disputaba bajo la modalidad de hitos.
El tramo once con salida en las proximidades de la planta potabilizadora, discurría por un trazado bastante sinuoso y ratonero con continuos cruces, cambios de ritmo y bucles, que sorprendían a algún que otro participante, sobre todo por las medias impuestas en este tramo, que si bien no superaban los 50 km/h, si eran muy ajustadas para el trazado, exigiendo el 100% a los pilotos.
Tras la disputa de este tramo once, los participantes se dirigían hacia la Praza Horta do Seminario en Lugo, donde estaba situado el parque cerrado, y los voluntarios de Somos unidos por el cáncer, estaban realizando su labor divulgativa e informativa, hasta que la denuncia de un vecino a la policía local, obligo a retirar su stand.
La cena post rally y entrega de trofeos tuvo lugar en la parrillada O Xugo, en las inmediaciones del parque Rosalía de Castro, donde los participantes tuvieron ocasión de confraternizar y relatar las incidencia y aventuras de la prueba.
Finalmente los vencedores absolutos del rally con 100 puntos de penalización fueron Antonio Prieto y Jorge González, con un impecable Fiat 124, quienes ya demostraron su buen hacer en la pasada edición del Rally de Arteixo, organizado por la Escudería Centollo.
La segunda posición estuvo ocupada por Luciano P. Duarte y Begoña P.Alfaro con 145 puntos de penalización y su ya habitual Lancia Beta, quienes prueba tras prueba están encaramados en los puestos de cabeza.
La tercera posición fue para Beatriz López, piloto habitual en distintas disciplinas del automovilismo gallego, con 242 puntos de penalización y su Volkswagen Golf, acompañada en esta ocasión en el asiento de la derecha por Breogan Abalde, otro de los ilustres copilotos en esta modalidad, muy conocido en tierras gallegas y del país vecino, Portugal.
El premio al mejor equipo sin medidor, y el farolillo rojo, (premio al último participante que consiguió finalizar el rally, pasando por todos los controles), recayó en el equipo formado por Raúl Centelles y José Camilo López, con un Volkswagen Golf, quienes además, eran principiantes en los rdr, y que después de la experiencia, ya están buscando coche para participar en próximas pruebas.
Meritoria y destacada la sexta posición conseguida por los hermanos Vallejo en su nueva incursión en los RDR, y la quinta posición lograda por Juan Recimil y Alejandro Barrio con su competitivo Fiat 130TC, otro de los luchadores, ya habituales, por los puestos de cabeza.
Traslado desde la organización, el agradecimiento a todas aquellas personas que hicieron posible este rally colaborando desinteresadamente, aportando su esfuerzo, trabajo y tiempo, sin olvidarnos de otras dos figuras incondicionales de los rdr en Galicia, Fernando Losada y Fernando Crespo, y por supuesto a todos los participantes que se han dado cita en esta edición, emplazándolos para la edición del 2018.