Restauraciones y joyas de Alfonso Chaves: Siata Turisa

Situémonos; la sucursal “Siata Española” se creó en 1960 en Tarragona. Durante esa década, Siata creó derivados del Seat 600 con carrocerías de tipo Spider y Coupé, comprando a Seat los autobastidores del 600 y carrozando sobre ellos un bonito coupé y un llamativo spider. Así nacieron, en primer lugar el modelo Ampurias, y más tarde el deportivo spider al que llamaron Siata Turisa. Las primeras unidades, por encargo y a gusto del consumidor, se sirvieron escogiendo color, tapicería a juego e incluso, en algunos casos, cilindrada.

Nuestro ejemplar de hoy, consiguió comprarlo Alfonso a su antiguo propietario en Murcia, donde ya lo tenían desmontado por piezas y abandonado en cajas, tras desistir de su complicada restauración.  Aunque más que un coche era un puzzle, la mecánica de Seat no tiene secretos para Alfonso; y la del Siata, al basarse en un 600, menos todavía.

Este motor lleva una transformación italiana que vendía la Siata Española, en este caso con 750cc. A día de hoy, en la jornada de la sesión de fotos, hemos comprobado cómo nos adelantaba el Siata por autopista a 120 km/h sin ningún problema, y yendo aún con cautela por encontrarse en fase de rodaje tras la restauración recién terminada tras un año de dedicación plena con el lema “trabajo, constancia y amor lo consiguen todo”.

Tras este año de trabajo, cabe agradecer a Jaume Cabó (Tarragona) toda la información que ha aportado, sirviendo de ayuda inestimable para conseguir casi todas las piezas originales. Aparecieron hándicaps cómo el de los pilotos traseros marca Carello, que resultaron ser los mismos que montaban los Ferrari de la época. Así, tras llamar a Italia con la referencia del artículo y que le pidieran más de mil euros por cada unidad, Alfonso optó por echarle aún más horas y restaurar los que ya tenía. Para algunos arreglos de tapicería, y para la creación del anagrama lateral y molduras de las puertas, han colaborado orfebres artesanos de Sevilla, a los cuales también agradecemos.

El primer coche en la vida de Alfonso fue un 600, con el que se fue de viaje de boda por la península. Ese modelo traía tocadiscos Philips, y hasta tal punto mantenía perfecta la amortiguación, que no se produjo ni un salto en los vinilos durante todo el viaje. Actualmente, Alfonso tiene en su colección 7 modelos de 600: entre los que destacan uno carrozado por Pedro Serra y el modelo Rany, carrozado en Chipiona (Cádiz) por los hermanos Moreta.

Alfonso Chaves es un carismático aficionado a los clásicos de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Mecánico de profesión y vocación, se sacó su título en la antigua Universidad Laboral de Sevilla en los años 60, de donde salió empleado en la casa Seat, de ahí su dominio de dicha marca. Alfonso tiene su museo en su propia casa, compuesto en su totalidad por históricas restauraciones realizadas con sus manos con resultados impecables. Hablamos de una persona abierta y siempre dispuesta a compartir conocimientos a los jóvenes y no tan jóvenes aficionados con dudas. “Mi afición apasionada a los coches antiguos ha hecho consagrar la mayor parte de mi vida a reconstruir y coleccionar joyas como la que usted está presenciando. No soy persona de acomodos económicos que pueda adquirir de forma fácil estas preciosas reliquias, soy un trabajador mecánico que con ejemplar perseverancia, trabajando infatigablemente fuera de la jornada, ha conseguido el noble propósito de darle vida a lo que fuera chatarra oxidada por inexorable acción de los tiempos, pero cargada de historia, romanticismo y sentimiento.”

Os dejamos, más abajo, con una completa galería de imágenes del antes y el después de esta reliquia.

Fotos: Julián Besada

www.haciendalosparrales.es (Sanlúcar la Mayor, Sevilla)