De Málaga a Santiago en Mobylette

Todo empezó cuando a varios amigos se nos ocurrió reparar un Mobylette para hacer la ruta Málaga - Santiago de Compostela. Lo primero era conseguir una unidad para restaurar y documentar como histórico. En el 2019 nos pusimos con este tema y se repararon 9 motos y las documenté, ya que como ingeniero me dedico a esto.

El siguiente paso era fijar la fecha y organizar rutas, alojamientos y demás. Tras varias reuniones, quedamos solo 5 personas; las otras no pudieron venir por motivos relevantes. La vuelta se iba a realizar en furgón que a última hora nos falló, lo que sumado al mal pronóstico del tiempo, casi se decide abortar la aventura.

Finalmente, nos lanzamos gracias al tío de uno de los que fuimos, que aprovecho para darles las gracias desde esteas lineas, ya que sin él no hubiese podido realizarse: Francisco Carrasco Pacheco. Los 5 locos, como nos llamabas algunos -espero que cariñosamente-, fuimos Francisco Carrasco Pacheco (sobrino) con Mobylette Cady, José Granados Anaya con Mobylette Gran Ciudad, Juan Carlos González Berlanga con Mobylette Cady, Juan Manuel Gálvez Periañez con Mobylette Campera y Emilio Vara Sánchez con Mobylette SP 90, un servidor.

Pues el día 8 del pasado mes, a las 8 de la mañana todos citados y comenzamos por la ruta con 293 kms en los que recorrimos las siguientes localidades: Málaga, Pizarra, Ardales, Almargen, El Saucejo, Osuna, Lentejuela, Fuentes de Andalucía, La Campana, Lora del Rio, Contantina, San Nicolás del Puerto, Alanis, Guadalcanal, Fuente del Arco, Casas de Reina Y Llerena.

Este primer día dio las pautas del viaje tanto mecánicamente (repostajes, ritmo, etc.) como humanamente. Había que acostumbrar a una parte del cuerpo a hacer 300 km diarios.

Se emprendió con ilusión, y la primera parada fue Ardales a recoger a nuestro compañero Juan Carlos, que se incorporó en Carratraca. Desayunamos en el Saucejo, tras lo que mi moto empieza a fallar y nuestro amigo Carrasco detecta que el macarrón estaba estrangulado al calentarse; se soluciona y adelante. Paramos a repostar más o menos cada 100 km, ya que las Cadys y Gran Ciudad no podían hacer más. Comimos en Lora del Rio, a 180 km de Málaga. Subimos el puerto de Guadalcanal y a las 19:30 llegamos a Llerena (Badajoz). Allí nos esperaba Joaquín, amigo de Juan Carlos que gracias a él nos hizo de guía de la ciudad y nos deleitó con placeres culinarios y gastronómicos en la cena.

El segundo día salimos a las 9 y nos esperaban 307 km. Pasamos por las localidades de: Llerena, Villafranco de Barros, Almendralejos, Torremejias, Mérida, Aljucen, Casas de Don Antonio, Aldea del Cano, Cáceres, Charco Del Hombre, Cañaveral, Plasencia, Villar de Plasencia, Hervás y Baños de Montemayor.

Paramos en Villafranco de Barros, y nuestro amigo Paco Carrasco aprovechó para cambiar el pino de la Campero de 10 dientes por estar en rodaje, por uno de 11 para que rodara a mayor velocidad. Paramos en Cáceres, tras lo que nos pilló unos 100 kilómetros de lluvia leve y una avería de la moto de Carrasco que solucionó en destino como era de esperar. A la salida de aquí, 15 kilómetros nos despistamos hasta que volvimos a coger la N-630 dirección Plasencia. Llegamos a Baños de Montemayor (Cáceres) sobre las 20 h a cenar en el hotel y a reponer fuerzas. Este fue el día más duro físicamente; a los cuerpos ya le pesaban los 600 kilómetros.

El tercer día salimos a las 9:30 e hicimos 293 km, pasando por las localidades de Baños de Montemayor, Puerto de Béjar, Béjar, Sorihuela, La Cabeza de Béjar, Guijuelo, Morales del Vino, Zamora, Roales, Pozuelo de Tábara, Tábara, Puebla de Sanabria y Requejo de Sanabria.

Este día de frío y niebla, nada más salir repostamos en el puerto de Béjar, tomamos dirección Guijuelo. Aquí paramos en el restaurante de Javi, y de aquí a Salamanca a 100 km de Montemayor y otro repostaje. De aquí dirección Zamora donde comimos. La siguiente parada para repostar en Tabara y ver la bonita iglesia parroquial románica de Santa María del siglo XII. Paramos a descansar a 45 km de Requejo de Sanabria, donde cenamos al lado del albergue del pelegrino, donde esa noche dormimos.

El cuarto due otro día duro: 285 kilómetros de lluvia sin parar pusieron a prueba los cuerpos y las monturas. Pasamos por las siguientes localidades: Requejo, A Canda, Agudiña, Verin, Trasmiras, Xinzo de Limia, Sandias, Gundias, Ervedelo, Ourense, Cea, Carballeda, A Corna, O Castro, Lalín, Taboada, Silleda, Valboa, Ribadulla, Cumbraos, Santiago de Compostela.

Este día, nada más levantarnos, nos miramos y sabíamos que el día iba a ser muy duro, sin parar de llover y puertos como muros. A las 8:30 en marcha, con parada tras superar el primer puerto y desayunar empapados. Algunos necesitaron un chupito de coñac para el frio. Tras superar los puertos de Verin, Lalín etc, paramos porque ya ninguno podía más. A 85 km de Ourense comimos unas lentejas que nos reanimaron, y esa misma noche tras la cena pusimos fin a la una entrañable aventura.

Emilio Vara