II Concentración de Clásicos Las Galletas
7 abril, Arona, Tenerife
Llegando desde tres diferentes puntos del norte de la Isla de Tenerife: Santa Cruz, la Esperanza y Puerto de la Cruz, sin olvidar también otro importante equipo de 11 vehículos venidos de la isla hermana de Gran Canaria.
Salvo algunas lloviznas en los montes que rodean el parque, y la niebla a veces espesa, la meteorología fue un atractivo más, regalo de la naturaleza circundante, en la subida que lleva hasta el Teide. Allí en el parador de turismo se hizo una parada de reagrupamiento, donde la luz del sol brillaba haciendo lucir un poco más estos vehículos, continuando después en su descenso por la parte sur, donde en ocasiones el espectáculo del mar de nubes entre pinares y laurisilva elevaban el listón de este excelente paseo.
Elegantes máquinas de las más prestigiosas marcas, 52 en total, tales como: AC Cobra, Alfa Romeo, Austin-Healey, BMW, Ferrari, Fiat, Moretti, Jaguar, Lancia, Maserati, Mercedes, Morgan, Mustang, Renault, Porsche, Sumbeam, Triumph, Volvo, modelos emblemáticos en versiones coupe, convertible y sedán,
que pocas veces se ven rodando juntas en carretera, y aún menos estacionadas todas ellas en su lugar de destino, donde Don Carlos Rendón, promotor y organizador de este excepcional paseo, sorprendió a todos siendo el perfecto anfitrión, invitándonos en su finca a un opíparo almuerzo.
Una vez más, queda claro la afición al motor clásico en Tenerife y por supuesto Canarias, donde no solo la cantidad de aficionados es muy relevante, sino que también la calidad toca todos los estratos, desde un conservadísimo clásico popular hasta una exclusiva o escasa máquina, conservada por aficionados, que no escatiman tiempo ni trabajo en su mantenimiento, no solo para su disfrute sino también para el deleite del público en general.
Espero que las fotos hagan justicia de estos preciosos coches. Dar las gracias a Don Carlos por esta iniciativa y que en próximas ediciones podamos ver tantos o más clásicos de esta índole rodando por nuestras carreteras.
Texto y fotos: Lorenzo Suárez Dorta