II Concentración Pre 1940 en Álava
Entre el 24 y el 26 mayo, el Araba Classic Club llevó a cabo esta concentración, a la que en la tarde del viernes no sólo acudieron los participantes alaveses, sino que también llegaron entusiastas procedentes de Burgos, Cuenca y Soria. Después de reunirse en la sede del Araba Classic Club, donde algunos de ellos dejaron los remolques en que habían transportado sus autos veteranos.
Se dirigieron al hotel Ciudad de Vitoria, en el que guardaron los coches. Tras una visita a la catedral, cuyo edificio gótico se construyó en el siglo XIII, cenaron en un famoso restaurante de la Plaza del Machete.
Ya en la mañana del sábado, pusieron sus coches en marcha y se trasladaron al cercano Museo de Bellas Artes, desde donde iniciaron una ruta por carreteras de escaso tráfico que les condujo en primer lugar hasta la villa de Salinas de Añana, donde almorzaron y pudieron realizar una visita guiada a unas salinas de las que se obtiene sal desde hace 7.500 años, siendo por tanto las más antiguas del mundo que siguen en activo.
Cubrieron a continuación un trayecto de 26 km hasta el parque natural de Valderejo, rayano a la frontera con Burgos y que les encantó por su belleza de paisajes en plena primavera. Después de una comida suculenta, emprendieron el regreso a la capital alavesa, en un recorrido de 66 km que les condujo hasta la céntrica Plaza de la Provincia. Allí les esperaba numeroso público de todas las edades, que se entusiasmó con la contemplación de unos vehículos tan bien conservados. Mientras tanto, los participantes pasearon acompañados por un guía y conocieron las zonas más emblemáticas de la ciudad. Acto seguido, llevaron los coches al hotel y se fueron a cenar en el Portalón, restaurante enclavado en una casa de postas del siglo XV.
El domingo se levantaron algo más tarde y volvieron a rodar desde el Museo de Bellas Artes, en un recorrido de 79 km a través de carreteras poco transitadas que les llevó a la localidad de Elciego, importante núcleo vitivinícola de la Rioja Alavesa. Visitaron las bodegas del Marqués de Riscal, a cuyo término fueron obsequiados con una degustación de tres vinos. A continuación, de nuevo con los motores en marcha y a recorrer los 11 km que les quedaban hasta Laguardia, donde remataron el fin de semana con una comida en las bodegas Eguren Ugarte.
Cuando concluyó y tras la entrega de recuerdos, hubo quienes se despidieron y regresaron a su punto de origen, en tanto que otros continuaron la ruta de 65 km por carreteras secundarias hasta Vitoria, cargaron los vehículos y hubo un acto de despedida. En conjunto, un rallye entretenido y cuyo rutómetro estuvo muy bien pensado para rodar a las velocidades habituales de un Ford A, un Fiat Balilla o un Citroën 5 CV, en el que los americanos de 6 u 8 cilindros, se movían de modo desahogado.
Texto y fotos: Classic Lane