Paredes de Nava celebró su clásica concentración invernal
El pasado 19 de enero, en la Villa de Paredes de Nava, provincia de Palencia, se organizó un año más, una de las primeras citas para los amantes de los vehículos clásicos en la comarca de Tierra de Campos.
La clásica Invernal que organiza este club de clásicos tiene una connotación climática, porque en el mes de enero en nuestra comarca la climatología suele castigar con frío e incluso con nieve, pero en esta ocasión, aunque salió el sol, la jornada estuvo marcada por un día de viento helador que sufrieron los 250 inscritos oficiales, los visitantes y los numerosos vehículos que no contaron con la inscripción oficial, puesto que las plazas eran limitadas, pero que se concentraron en la plaza de España paredeña.
El club organizador declara estar muy satisfecho con los resultados obtenidos en esta edición, principalmente con el alto número de participantes y el buen nivel de los vehículos, superando con creces sus expectativas ya que, en un municipio de apenas 2000 habitantes año tras año, se organiza una de las citas más notables de Castilla y León en lo que a participación se refiere y aún más contentos del buen ambiente creado por los propios participantes de los amantes de los clásico aderezado por el entorno que ofrece la villa de Paredes de Nava. Este año, los organizadores contaban con novedades en su programa como la foto de grupo de los participantes que se llevaron en mano y también se contó con la novedad de poder subir a la torre de Santa Eulalia de manera inédita, puesto que tras su reciente reforma dentro del proyecto turístico Tierras del Renacimiento se pudo visitar y realizar muy buenas fotos del evento, gracias a la colaboración de la parroquia del municipio.
Por otro lado, se contó con la programación ya tradicional empezando con la recepción de los vehículos en la plaza de España, el clásico chocolate caliente con sus bizcochos y su chupito de orujo para mitigar el intenso frio, la bolsa de inscripción que una vez más contó con la matricula oficial, programación turística de la zona y el obsequio conmemorativo de la octava clásica Invernal que como ya es tradición consiste en una taza con un nuevo diseño haciendo que ya sean coleccionables.
La ruta turística este año se realizó por un recorrido algo sinuoso a pesar de estar en tierra de campos que llevó a los participantes hasta las localidades de Cardeñosa de Volpejera, Villamuera de la Cueza y realizar una parada en la ermita de Ntra. Sra. De Carejas, patrona de Paredes, donde se ofreció un almuerzo a base de caldo y chorizo de callos con vino de la tierra que se agradeció para aliviar un poco el gran frio reinante. Posteriormente siguió la ruta hasta la plaza de la villa para exponer los vehículos.
Ya con las joyas expuestas y una gran afluencia de público se pudo disfrutar de los vehículos, de un vermut musical, de una feria de puestos gastronómicos (Alimentos de Palencia) y de algún puesto de venta relacionado con los coches clásicos.
Uno de los momentos más esperados es el sorteo de los regalos, donde los lechazos churros de la zona hacen sus deleites, y ya en varias ediciones se sortea una teja hecha a mano que se dona a la organización. También se sorteó un coche clásico entre los participantes, que recibieron boletos con su inscripción, y los distintos compradores que quisieron participar.
Después de los sorteos se entregaron los distintos premios que una vez más demuestran la creatividad de este pueblo ceramista contando con la colaboración de cerámicas Enríquez, destacando su originalidad.
El final de la octava clásica Invernal acabó con una gran comida de hermandad en los distintos restaurantes de la villa y agradeciendo la participación y el buen ambiente creado.
Texto: Clemente Hurtado
Fotos: Foto sol