Récord de participantes en el XVII Encuentro Internacional de Microcoches Clásicos
Ni más ni menos que su 17ª edición, y por segunda ocasión consecutiva con Sitges como centro neurálgico, a diferencia de las precedentes en las que Manresa, cuna del Clàssic y el micro PTV, era la base de operaciones de la cita.
La edición 2019 se cerró con un gran sabor de boca por parte de los participantes, por lo que la organización se da por satisfecha tras tres días muy intensos de actividad que culminan muchos de meses de preparación, reuniones, comprobaciones de las rutas, diseño de cada acto y comunicación para lograr atraer nuevamente a coleccionistas y nostálgicos de los entrañables microcoches. La comisión de trabajo de la Internacional de Microcoches, liderada por Toni Tachó, se ha ganado un merecido descanso… hasta que toque volver a preparar la edición de 2021.
Este magnífico trabajo previo se tradujo en una primera gran satisfacción para la organización: la inscripción funcionó como nunca. Por primera vez, más de un centenar de micros habían confirmado su asistencia al encuentro, por lo que la responsabilidad de que todo saliera bien era todavía mayor. Y otro gran aliciente para dar auténtico valor a la filosofía del evento, el apellido “internacional”, ni más ni menos que 12 países tuvieron representación entre los participantes. Por descontado, España, pero también habituales como Francia, Andorra, Alemania, Portugal, Bélgica, Reino Unido… y otros menos dados, por razones obvias, a asistir a estos eventos como aficionados de Israel y Estados Unidos. Quedó dicho en los actos del encuentro, pero no está de más reiterar aquí el agradecimiento del Clàssic a estos auténticos fans de los micros que no quisieron perdérselo.
El sábado empezó ya la actividad más esperada, el arrancar los coches, algunos con más dificultades que otros, el ponerse al volante en busca del paseo marítimo de Sitges, enganchar la placa conmemorativa del evento en el capó y unirse al resto de colegas en el parque cerrado junto a la playa desde primera hora de la mañana. Es un momento de intercambio de saludos, tiempo para admirar los modelos allí reunidos, los Biscúter, PTV, Isseta, Fiat 500 Topolino, Goggomobil… de ver cómo la gente que ya a primera hora de la mañana pasea junto al mar, interrumpe su rutina para detenerse frente a ese centenar de pequeños vehículos que emprende la marcha.
Este año, la organización había preparado una ruta especial, con diversos puntos de control y un objetivo claro y redondo en el horizonte. Esta vez, la ruta tenía nombre propio, la Micros 100, porque esperaban por delante 100 km por las comarcas del Garraf y, sobre todo, el Penedès.
¡Qué paisajes ofrece esta tierra!
