VI Rally del Norte
Y es que este Rally para motos clásicas anteriores a 1988 está cogiendo fuerza año a año. Son muchos los que repiten y recomiendan a sus amigos que vengan a disfrutar del Paraíso Motorista.
Los organizadores, el Moto Club Indianos, han sabido crear una reunión que atrae cada año a más entusiastas de las motos clásicas que desean pasar unos días dedicados al disfrute de sus venerables monturas, con gente de sus mismos gustos y en entornos naturales particularmente hermosos.
Este año y demostrando una vez más la capacidad organizativa de este club, nos han trasladado a una nueva localización, Navia. Un puerto de mar desde el que diariamente partimos a descubrir carreteras y paisajes tanto en Asturias como en Galicia.
Ha sido toda una aventura poder visitar lugares como la Playa de las Catedrales, Viveiro, Cudillero, así como otros pequeños pueblos con mucho encanto que han despertado la curiosidad de todos los asistentes. Hemos tenido tiempo incluso de hacer visitas culturales como es el caso del Castro de Viladonga o el interesante Museo de las Ayalgas en el que, entre otras maravillas se exhiben, cómo no, motos clásicas.
Cada día dejamos nuestra base, el acogedor Palacio Arias (una preciosa villa indiana transformada en lujoso hotel) para dedicar la jornada a rodar con la tranquilidad de saberse inmerso en una red de seguridad que ofrece este tipo de eventos en los que, no solo la camaradería de los compañeros, sino también la asistencia ofrecida por los organizadores te permite afrontar con confianza el desafío de rodar con este tipo de motos. No hay que engañarse, las motos tienen en muchas ocasiones más años que sus pilotos y las averías forman parte del juego. Por eso, saber que los organizadores te recogerán a ti y a tu montura en caso de rotura es reconfortante, al igual que lo es, saber que a media ruta encontrarás a los miembros del Moto Club esperándote con la comida lista.
Tal es la variedad de motos en cuanto a edad, prestaciones etc. y los gustos de quienes asistimos en términos de ritmo y distancias que sería imposible rodar en grupo, razón por la cual el formato de rodar libre con tu rutómetro y recorrido flechado es el ideal.
Así pasan los días en un Rally de clásicas, rodando, descubriendo y compartiendo la afición en un grupo que termina siendo una familia, una que sin compartir el mismo idioma comprende todo, pues el lenguaje aquí es la moto clásica. Seis días sin interrupción se han pasado en un suspiro.
Esta edición de 2022 ha batido record de participación y ya se está trabajando para que 2023 sea más ilusionante si cabe.
Un comentario
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Gracias por dar publicidad a este evento que cada año crece y mejora a partes iguales.