Los tractores también tienen su lugar en la colección de clásicos e históricos
BARREIROS, EL TRACTOR NACIONAL.
La factoría Barreiros Diesel de Villaverde (Madrid), entre la gran variedad de vehículos que llegó a fabricar en la década de los 50 y 60, se encontraban los tractores agrícolas, que salieron a los campos españoles a competir con las marcas existentes importadas de Alemania e Inglaterra fundamentalmente. Se montaron en principio con la licencia de Rheinstahl Hanomag, con lo que la factoría empezó a producir los tractores Hanomag Barreiros, y a mediados de los 60 pasó a ser sólo Barreiros. Los motores fabricados íntegramente en España, fueron y siguen siendo una gran obra de ingeniería nacida de un mecánico gallego que, con su rudeza y gran afán emprendedor, consiguió una de las mayores empresas de automoción de la España de aquella época.
El modelo que se presenta es un R-335 de 1967 con un motor EB-3 o A-45H de 3 cilindros y 37 cv, con una cilindrada de 2.360 cc, un peso de 1.875 kg, y un dato muy curioso es que el motor dispone de camisas cromadas que según anunciaba la marca eran indestructibles. Es una pieza restaurada con recambios originales que funciona perfectamente y con toda su documentación al día. Pertenece a un socio de la Asociación Andaluza Amigos del Tractor Agrícola, en la que existe además una gran afición a la marca del 8 como se le denomina a Barreiros. Este tractor junto al R-350 fue el más pequeño de la saga, cuando Barreiros produjo el robusto y potente R-545 que llegó a disponer de 80 cv y un peso de 3.500 kg.
DEUTZ, UNA INSIGNIA ALEMANA.
El tractor agrícola de 22 cv Deutz F2l 612, entró junto con sus hermanos los Fl 514 en España a finales de los 50 y principios de los 60. Procedían de Alemania y comparados con los tractores de su época eran muy caros dado su coste de importación. Fue casi un lujo para el agricultor tener un tractor irrompible, sin problemas de agua en la refrigeración y provistos de motores Deutz-Otto con cámaras de combustión por torbellino Deutz-L`Orange, que, aunque eran lentos, eran fiables y potentes. El consumo, al ser un motor de 2 cilindros y 1.526 cc, con un peso de 1.350 kg, a pesar de ser refrigerado por aire, era muy bajo en contraposición a los tractores de la época con más cilindrada. El modelo presentado es de 1958 y también ha sido restaurado con piezas originales, se encuentra en perfecto estado de documentación, utilizándolo con asiduidad su propietario para dar paseos por zonas rurales. Pertenece también a la Asociación Andaluza Amigos del Tractor Agrícola y este año participará en rutas que celebra la Asociación anualmente por tierras andaluzas.
Texto y fotos: Francisco González
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