Vespa en los años 40
1946 VESPA 98
En abril de 1946, la moto ligera Vespa se presenta por primera vez al público en el círculo de golf de Roma. En el escudo aparece por primera vez el nuevo logotipo Piaggio que sustituye al anterior emblema aeronáutico. Las revistas “Motociclismo” y “La Moto” dedican su portada a la Vespa suscitando entre el público curiosidad, sorpresa pero, también, un cierto escepticismo. Los primeros cincuenta ejemplares salen de la fábrica de Pontedera mientras se hace la presentación oficial. La red de concesionarios Lancia es la encargada de comercializar la Vespa durante los primeros meses y, en su primer año de vida, se producen 2.484 vehículos. Es el inicio de la aventura del scooter más famoso del mundo. El precio del modelo es de 55.000 liras, mientras que la versión lujo se vende en 66.000 liras.
1947 VESPA 98 CORSA CIRCUITO
El impulso creativo de los hombres Piaggio, que llevó a la aparición en 1946 en las carreteras italianas y del mundo de la primera Vespa, poco después crea una auténtica joya, salida del departamento de pruebas de los talleres de Pontedera. La Vespa 98 Corsa es un vehículo fabricado expresamente para demostrar al mundo la capacidad del pequeño scooter de ser competitivo en las carreras. El fantástico “enjambre de plata” que va en aumento en las calles y plazas hace que Enrico Piaggio idee construir un vehículo de línea agresiva, penetrante, para correr y ganar: es la decisión que lleva a Vespa a traspasar las fronteras de la fantasía. En 1947, en su Vespa 98 circuito, Giuseppe Cau triunfa en la cronoescalada de Monte Mario. La Vespa 98 Corsa (Circuito) se realiza para que sea rápida en las competiciones de su categoría y representa una mezcla de innovaciones que se ensayan en los vehículos de serie. Lleva el tubo de dirección y su suspensión a la derecha, una solución que más tarde, a partir de 1948, se aplicaría a la Vespa 125. La carrocería se realiza a mano sobre chasis de acero. Los frenos son de tambor, el trasero lleva toma de aire para la refrigeración. El cambio es de tres marchas, también con mando en el manillar. La refrigeración es de aire con ventilación forzada. El encendido viene dado por un volante magneto, con bobina A.T. interna. El embrague es multidisco de acero, en baño de aceite. El carburador es de tipo dell’Orto, de 17 mm. Su color original es rojo: un pequeño “bólido” para soñar y hacer soñar en los años iniciales de Vespa, como ahora.
1947 VESPA 98 II SERIE
La segunda serie de la Vespa 98, de la que se realizaron 16.500 vehículos, presenta importantes mejoras respecto al modelo anterior tanto en el aspecto estético como en el técnico-funcional: el guardabarros delantero deja de tener la apertura y se reducen sus dimensiones para facilitar la sustitución de la rueda en caso de pinchazos, algo que era frecuente después de la guerra debido a las pésimas condiciones de las carreteras. La palanca de puesta en marcha tiene una forma más ergonómica para facilitar el arranque y también cambian la forma y tamaño de los grupos ópticos. El color plateado metalizado recuerda al de los aviones Piaggio. Las revistas de la época comentan que, para tener una Vespa 98, había que esperar hasta 8 meses por lo que se originó un floreciente mercado negro en el que la Vespa se vendía incluso al doble de su precio, que era de 55.000 liras para el modelo básico y de 61.000 para el modelo de lujo.
1949 VESPA 125 CORSA “CHASIS DE ALEACIÓN”
En 1949 se fabrica la Vespa 125 Corsa con el chasis de la misma aleación de aluminio que se usaba para hacer los aviones, ensamblado con remaches, también de aleación, lo que suponía una solución tecnológicamente avanzada para esa época. El depósito, mayor y alargado hacia la dirección, servía para tener más autonomía y además para optimizar la conducción a alta velocidad. La Vespa 125 Corsa ha participado en muchos recorridos urbanos obteniendo numerosas y prestigiosas victorias: en 1950 Giuseppe Cau y Dino Mazzoncini se adjudicaron el primer y segundo puesto del Gran Premio de Bolonia; el mismo año, Cau vence también en el Circuito de Perugia, con una Vespa 125 corsa n°38. De este modelo únicamente se hicieron seis vehículos además de algunos prototipos.
1949 VESPA 125
En 1948 Piaggio lanza la nueva Vespa. Entre 1946 y 1947 se habían producido 1.183 Vespas con motor 125 cc y chasis de la 98 (expansores hueco rígido), comercializadas en el extranjero (sobre todo en Suiza). Al final de 1947 Enrico Piaggio decide terminar la fabricación de la Vespa 98 cc y sacar un modelo de 125 cc en Italia y en el extranjero. La finalidad - escribe Piaggio – es la de, en caso de bajada general de precios, justificar el mismo precio con uno superior, con la mayor cilindrada y con algunas modificaciones importantes, entre ellas la adopción de un amortiguador trasero". Cambia también la suspensión delantera donde el brazo de enganche a la rueda se desplaza a la derecha: así permanecerá durante los años posteriores. El capó del motor puede levantarse hacia arriba y permite un fácil acceso al motor y a otros órganos mecánicos del grupo propulsor. La siguiente serie de 1949 (a la que pertenece el ejemplar del Museo Piaggio) se presenta con mejoras en el sistema de refrigeración del motor y en el mando del cambio.
1949 VESPA CIRCUITO 125
Hacia finales de los años 40, las principales casas de motocicletas consideran que participar en las numerosas competiciones, que a menudo tienen lugar en recorridos urbanos, es la mejor manera de hacer publicidad de sus vehículos. La finalidad es la acercar el sector automovilístico al gran público para crear nuevos potenciales clientes. También Piaggio proyecta una serie de scooters de circuito, como este ejemplar de 1949, que se impone desde que aparece. Además de la finalidad publicitaria, la Vespa 125 de circuito demuestra ser un "banco de pruebas" útil para ensayar nuevas soluciones que luego se adoptarán en el producto de serie. Los especialistas del Departamento Pruebas de Piaggio fabrican totalmente a mano las Vespas de competición. Se utilizarán en las carreras hasta mediados de los 50 con pilotos importantes como Dino Mazzoncini y Giuseppe Cau. Este último gana la carrera contrarreloj Catania-Etna en 1950, llegando primero en su categoría (125cc) y adjudicándose el tercer puesto absoluto en la clasificación general, tras Guzzi y Benelli.