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17 de mayo de 1958, nace una leyenda

16 Mayo 2023 // Historia

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A principios de 1958, Montesa dominaba el mercado español de la motocicleta. Con Francisco X. Bultó y Pedro Permanyer al frente, la marca vivía un gran momento, tanto a nivel industrial como deportivo. Toda la producción estaba vendida de antemano y el equipo de competición ganaba allí donde se presentaba. Sin embargo, en abril de ese año un consejo de dirección aparentemente rutinario iba a cambiar para siempre la historia del motociclismo. En esa reunión, Permanyer y José Luis Milá comunicaban a Bultó que habían decidido suprimir toda actividad deportiva y centrarse en perfeccionar los modelos comerciales. Le argumentaron que las grandes marcas italianas e inglesas también abandonaban las carreras y que ese año el Gobierno de España ponía en marcha el Plan de Estabilización Nacional, sumamente restrictivo. Bultó tardó poco en reaccionar y darse cuenta de lo que realmente ocurría: la decisión de dejar las carreras, que teniendo en cuenta la buena marcha de la compañía no suponían un gasto excesivo, era en realidad una traba hacia su persona, una maniobra para anular el liderazgo que, indudablemente, ejercía en Montesa. Pudo vetar la decisión, pero no lo hizo; el daño ya estaba hecho y pensó que nunca más trabajaría a gusto en ese ambiente. Al cabo de pocos días dejaba Montesa y, en contra de lo que muchos han dicho, sin intención alguna de crear una marca nueva.

Pero Don Paco no contaba con la reacción que su marcha provocaría en el equipo humano que, a lo largo de los años, él mismo había creado. Esa misma semana, un grupo de doce incondicionales le convocaban en un restaurante en las afueras de Barcelona, dispuestos a abandonar Montesa para iniciar con él una nueva y apasionante aventura. En aquella cena del 17 de mayo de 1958 -el día de su cumpleaños- nacía la marca española de motocicletas más legendaria de todos los tiempos. Para el nombre, Don Paco eligió la dirección telegráfica que utilizaba para comunicarse con su familia cuando viajaba al extranjero: Bultaco.

En junio de 1958, tras despedirse en bloque de Montesa, el grupo fundador de Bultaco se instaló inmediatamente en la Masia de San Antonio, la casa del señor Bultó.

Al tiempo que organizaban una fábrica iniciaron el diseño de la primera moto, con tal entusiasmo que el primer prototipo estuvo listo en sólo cuatro meses. A finales de febrero la moto quedaba definida y el 24 de marzo de 1959 se presentaba a la prensa la Tralla 101, la primera Bultaco. Desde aquella famosa cena en Can Castellví había pasado menos de un año, un tiempo récord para esa época. Algunas voces en Montesa señalaron que todo estaba planeado hacía tiempo y que el motor de la Tralla era fruto de unos planos robados a la marca, pero ni lo uno ni lo otro era cierto: una motivación sin límite había sido la clave del éxito. Posiblemente la forma en que se sucedieron los hechos dio pie a la formidable rivalidad que siempre ha existido entre Bultaco y Montesa. Una rivalidad que F.X. Bultó nunca quiso, pero que indudablemente hizo grande al motociclismo español.

En Bultaco, Don Paco pudo dar todo el sentido a su lema: “El mercado sigue a la bandera de cuadros”. Sólo tres semanas después de su presentación en sociedad, la Tralla 101 disputaba su primera carrera, en el mítico circuito barcelonés de Montjuïc. Montesa no sólo no abandonó competición, sino que participó con todos sus efectivos. Fue una prueba reñidísima que por menos de media rueda se llevó Juan Elizalde, con su Brío 91, frente a la Tralla de John Grace. Siete de las diez primeras posiciones fueron para Bultaco, pero una exigua décima de segundo les privó de la victoria en su primera aparición. Posteriormente Bultó llegó a saber que la Montesa de Elizalde corrió fuera de reglamento, pero esta es otra historia.

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