20ª Feria de Oviedo: esfuerzo hasta el límite
Durante el 16 y 17 de septiembre, la 20ª edición del certamen ovetense sirvió para que la afición aprovechase para encontrar piezas y demás mercancías, además de saludar a los viejos amigos y pasear por el Palacio de los Deportes y su entorno.
De nuevo, había expositores llegados de toda España, tanto de repuestos como de miniaturas, revistas antiguas y servicios de restauración. Y por supuesto el público, formado por los habituales entusiastas y por adultos deseosos de contemplar vehículos añejos, que acudían en compañía de sus hijos.
A su vez, el sábado visitó el salón un conjunto formado por dieciséis Ferrari, que de inmediato fueron admirados por gente de todas las edades. También estuvieron presentes en el recinto ferial Cacho y Rubén, dos hijos de Juan Manuel Fangio que llegaron desde Argentina junto a sus esposas y se les tributó un homenaje en recuerdo del mítico campeón. Entre los clásicos que estaban en venta, en el exterior del pabellón nos parecieron interesantes un Peugeot 204 de 1967 y un Toyota Celica de 1990, siendo la mayoría modelos de los años 80 y 90 que comienzan a salir del purgatorio. Ya en el interior, el apartado expositivo contaba con abundantes autos americanos de los años 50, buena parte de ellos perteneciente a coleccionistas asturianos. Otro monográfico estaba reservado a los coches de competición, con piezas como un Audi Quattro S1 de 1985, un Ford Cortina de 1964 ó un Seat 124-2100 de grupo 5. Asimismo, había clásicos en venta, tales como un popular Renault Gordini de 1964, un Chevrolet Corvette de 1979 ó un Jaguar MK2 de 1966.
Mientras tanto, los visitantes del salón deambulaban por los stands de los expositores, en busca de objetos de Automobilia, pieza de repuesto y accesorios, así como de una moto o un ciclomotor veterano que añadir a la colección. Igualmente, el domingo tuvieron lugar la tradicional Arrancada de Motos Clásicas y el Revoltijo de Clásicos Populares y la Arrancada de Motos Clásicas. En resumen, un salón que durante sus veinte años de trayectoria ha tenido una organización que no ha escatimado trabajo y se ha esforzado por ofrecer al público una muestra atractiva del mundo de los vehículos de colección.
Ignacio Sáenz de Cámara